La conductora habló en Intrusos de su relación con el empresario Guido Tomás Mazzoni y reveló qué no está dispuesta a ceder por él.
Con la certeza de haber encontrado a su alma gemela, el martes Sol Pérez (26) visitó Intrusos y habló de su relación con Guido Tomás Mazzoni. A dos semanas de la primera salida oficial como pareja ante la prensa, la mediática confirmó que ya convive con el empresario dueño de una cadena de gimnasios de crossfit.
Ante la curiosidad de Jorge Rial, la invitada, quien inició el noviazgo hace dos meses, explicó: “Es verdad que Guido la venía remando hace cuatro años. Cuando yo estaba en el Bailando, él me mandaba capturas y me decía que iba (a buscarme) en auto. Tengo las capturas que él me mandaba de haberme votado y todo”.
“Él me llamaba para que no me quede dormida y entrenarme de siete a ocho de la mañana. Así empezó a llamarme a las seis de la mañana. Él nunca se me tiró… Yo le decía a (mi amiga) Angie: ‘Guido me encanta, pero él no hace nada’. A mí me costaba el hecho de enamorarme. Pensé que no me iba a enamorar nunca más”, continuó.
Entonces, cuando Jorge Rial le preguntó si estaba enamorada, Sol remató: “Lo amo; me casaría y tendría hijos”. Y continuó: “Algunos días que entrenábamos a la noche me decía de ir a cenar, todos chivados. Un asco tremendo. Él me contaba de cuánto había crecio con los gimnasios, y bla. Nos llevábamos muy bien. Empezamos a salir, pero nada. Hasta que un día me invitó a cenar a (un restaurante a puertas cerradas), yo no no sabía ni que existían en esos lugares, porque era como una casa donde estábamos nosotros y tres parejitas más. Pensé que era un lugar lleno de gatos (sic), que la gente iba a gatear. Ahí me preguntó a mí qué onda, porque me dijo que a él le pasaban muchas cosas conmigo. Todo sin siquiera haber chapado. Le dije que había conocido a alguien y que no había terminado la relación. A él se le transformó la cara… Después de ahí me llevó a mi casa y chapamos”.
Más tarde, Gonzalo Vázquez acotó: “Guido dijo que hace dos semanas que llevaba tu ritmo y no podía más”. Entre risas, todos creyeron que el empresario se refería al sexo, pero Sol Pérez lo negó: “Uno de los temas que más charlamos es sobre sexo, porque me dice que no puede entender. Pasa que llego cansada, literal. Y yo le digo que a mí me gusta a la mañana, pero él me dice que a la mañana no funciona. Entonces...”.
De todas formas, al final Sol explicitó cuál es su límite a la hora de ceder en su noviazgo con Guido Mazzoni: “No sería capaz de dejar de trabajar los fines de semana para estar con él. Yo soy súper independiente. Lo bueno es que él puede dejar de trabajar y acompañarme”.