El ejército mexicano decidió no usar la poderosa ametralladora Dillon calibre 7.62, montada en helicópteros Black Hawk para no dañar a civiles.
Los soldados del Ejército que actuaron en Culiacán no fueron al “matadero” desarmados ni tampoco subestimaron el poder del Cártel de Sinaloa. En la interminable tarde del 17 de octubre, las Fuerzas Armadas contaban con el poder de fuego aéreo para hacer frente a los criminales, según el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval.
En un esfuerzo de transparencia, el Gabinete de Seguridad informó que los efectivos tenían disponibles hasta 15 helicópteros en la zona con armamento de alto poder durante el frustrado intento por capturar a Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Sin embargo, se evitó emplear armamento aéreo debido a que las acciones violentas se desarrollaron en áreas urbanas. “Pudieron haberse empleado, pero que el emplearlos obviamente iba a ser un riesgo para la sociedad, para la población, porque ellos iban a hacer fuego sobre los delincuentes”, aclaró Sandoval.
A detalle, aquel día en bases militares de Sinaloa se encontraban dos aeronaves armadas —con ametralladoras— en la base de “El Zorrillo”, dos en San José del Llano y 11 helicópteros más en Culiacán, entre ellos dos Black Hawk y un MI-17.
Los Black Hawk estaban reforzados con ametralladoras Dillon calibre 7.62, que tienen capacidad para disparar de 4,000 a 6,000 cartuchos por minuto.
El portal especializado en Fuerzas Armadas infodefensa.com detalla que el gobierno federal compró entre 2010 y 2016 armas de alto poder por USD 1,080,536. Otras habrían sido compradas posteriormente.
También conocida como Minigum, ésta ametralladora rotativa de seis cilindros y municiones 7.62 por 51 milímetros, fue desarrollada para los ejércitos de los países del Tratado del Atlántico Norte.
El 9 de febrero de 2017, una potente descarga desde un helicóptero contra una casa habitación de Nayarit terminó con la vida de un hombre. Se trataba del entonces líder de los Beltrán Leyva, Juan Francisco Patrón Sánchez, alias “El H2”, quien fue emboscado por elementos de la Marina y tiraron a matar contra el delincuente. Sabían que al utilizar una Dillon calibre 7.62 no habría ningún sobreviviente.
En Culiacán, el nivel de mortalidad de la ametralladora aérea fue doblado en tierra por los sicarios del Cártel de Sinaloa. En Infobae México se informó que el arma utilizada por los presuntos criminales se trataba de una ametralladora Browing M2.
Dicha arma calibre .50 es mundialmente conocida. Nació en 1933 y fue diseñada hacia el final de la Primera Guerra Mundial por John Browing. Lo hizo para equipar la fuerza de sus aliados franceses e ingleses que tenían la Hotchkiss.
“La madre de todas las ametralladoras” mide casi dos metros y pesa cerca de 40 kilos que pueden llegar a 60 si se incluye el trípode. Su alcance efectivo es uno de sus puntos fuertes: 1.800 metros. Sin embargo, cuando fuera usada como artillería antiaérea, su rango era de 300 metros, fundamentalmente para repeler a helicópteros o aviones de baja velocidad. Dispara 550 proyectiles por minuto.
Según el gobierno mexicano, 7 de cada 10 armas decomisadas a los criminales son de manufactura estadounidense. De 2013 a 2018 se decomisaron 28,602 fusiles de alto poder a la delincuencia organizada.
Un informe reveló que los fusiles más letales utilizados por los narcos son el rifle Avtomat Kalashnikov, conocida como “Cuerno de Chivo”, el rifle M-16, que es un fusil de la década de los 60, el francotirador Barret Calibre 50, considerado como el más poderoso del mundo, y la ametralladora Browning, ésta última utilizada por los sicarios del Cártel de Sinaloa.
Respecto al operativo fallido en Culiacán, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que no actuaron por órdenes de Washington y que nos los instruyeron para capturar a Ovidio Guzmán López.
Aseveró que todas las decisiones sobre la operación se tomaron en grupo, y fue el coronel de caballería, diplomado de Estado Mayor, Juan José Verde Montes, el encargado del desarrollo de la táctica para capturar al hijo de El Chapo.
El experto en armas, Jorge A. Medellín, expresó en Twitter: “Fue notoria la sorpresa del general Luis C. Sandoval al momento de recibir la orden de López Obrador para revelar el nombre del responsable, no sólo de la operación Culiacán, sino de todas las acciones antinarco en el país”.