El director de 'El padrino' y 'Apocalypse Now' arremete contra Hollywood y su forma de hacer cine, así como apoya a Scorsese en su cruzada contra las cintas de superhéroes.
Es la polémica del mes, y puede que del año. Hace unos días, Martin Scorsese criticó ampliamente las películas de Marvel y de superhéroes, afirmando que no deberían ser consideradas cine. La leyenda del séptimo arte, autor de films como Uno de los nuestros y Casino, recalcaba que no eran más que una atracción de feria, un entretenimiento fugaz y sencillo. Ahora, tras el caos suscitado -que ha llevado a propios y extraños a la industria a contestar-, se suma el galardonado Francis Ford Coppola, director de El padrino y Apocalypse Now.
Si bien Martin fue bastante comedido y educado en sus críticas sobre la forma de hacer cine de Marvel Studios, Coppola ha sido deliberadamente duro y severo, llegando a dejar claro lo que piensa de este tipo de películas. "Cuando Martin Scorsese dice que las películas de Marvel no son cine, está en lo correcto porque esperamos aprender algo del cine, esperamos enriquecernos, algo de iluminación, algo de conocimiento, algo de inspiración...", explicaba. "No sé si alguien obtiene algo de ver la misma película una y otra vez. Martin fue muy amable cuando dijo que no eran cine. No dijo en ningún momento que fuesen películas despreciables, lo cual ya os digo que sí lo son", concluía el director de Dracula.
El cine se encuentra, según el cineasta, en una dura disyuntiva. Si bien las películas de Marvel se han convertido en la tónica imperante en las taquillas, su pervivencia como productos culturales, si les quitamos el influjo de figuras de cómic que tienen muchísimos años de trasfondo y relevancia pop, es muy limitada. ¿Quién recuerda Black Panther? ¿Y Capitana Marvel? Incluso monstruos capaces de hacer miles y miles de millones de dólares son consumidos, procesados, convertidos en meme y desplazados de la conversación de los mismos espectadores que pasan de una película a otra o de una serie a otra como langostas. Son productos diseñados para hacer dinero, conseguir ruido mediático durante unas semanas y acabar en el baúl de los recuerdos efímeros en forma de video bajo demanda.
Sin embargo, también hay un fondo cultural y generacional. La manera en la que se consume -que no es lo mismo que disfrutar- del cine a día de hoy, en pleno Siglo XXI, es muy diferente. Y de hecho, Coppola incide en eso. Hay cine y películas. Hollywood es consciente de esta dicotomía, de ahí que se dedique a usar plantillas y estructuras de sobra conocidas en este tipo de adaptaciones de tebeo diseñada para un público masivo que está ávido de más secuelas y derivados de sus sagas y personajes preferidos. En cualquier caso, como pasaba hace unos años en la industria cinematográfica con la irrupción de elementos taquilleros como Star Wars, hay un choque cultural y de generaciones y espectadores, así como de creativos, que ven de forma distinta aquello que nos rodea y proyecta en una sala de cine.
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