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Las claves para entender la crisis en Chile y la declaración del estado de Emergencia

Las protestas estudiantiles en Santiago se extendieron y radicalizaron en pocos días, abarcando a diversos sectores sociales y empujando al presidente del país, Sebastián Piñera, a tomar una medida drástica.

19/10/2019

Las protestas por el incremento del precio del boleto del metro en Santiago de Chile se radicalizaron en los últimos días hasta derivar el viernes en disturbios e incidentes violentos que motivaron al Gobierno de Sebastián Piñera a declarar el estado de emergencia en la ciudad.

Las claves para entender esta situación, que comenzó motivada por el precio del metro pero que se ha expandido, sumando el descontento de parte la sociedad por los bajos sueldos y las tarifas de la electricidad, la gasolina o los medicamentos, entre otras quejas, y que continuó este sábado de momento con varios cacerolazos, huelgas y manifestaciones.

Subida de precio del boleto

El pasado 6 de octubre, el Metro de Santiago, una empresa privada en cuya propiedad participa el Estado chileno, aumentó en 30 pesos el precio del ticket en hora punta, hasta situarse en 830 pesos (unos 1,2 dólares). El valor fue fijado por el llamado Panel de Expertos con base en varios indicadores, como la inflación, el costo de los suministros para su operación y el tipo cambio, entre otros, y es aprobado por el Ministerio de Transportes.

Ciudadanos entran al metro sin pagar de forma masiva

En protesta por la subida del boleto del metro, cientos de ciudadanos, en especial estudiantes de secundaria y universitarios, iniciaron el pasado lunes entradas masivas al suburbano y levantaron las mamparas de cobro para que los pasajeros ingresasen a los andenes sin pagar. La protesta fue difundida, especialmente en las redes sociales, con el hashtag #EvasiónTodoElDía.

Los tumultos se repitieron los días sucesivos, derivando en destrozos de mobiliario y enfrentamientos con los agentes de Carabineros que reprimieron duramente a los manifestantes, dando como resultado decenas de detenidos cada jornada.

Santiago colapsa

El viernes, en el quinto día de protestas en varias estaciones del metro, los disturbios fueron en aumento, motivando que el Metro de Santiago, que transporta diariamente casi 3 millones de personas, decretara el cierre de todas las estaciones, lo que produjo el colapso del tránsito, con atasco de vehículos, autobuses sobrepasados por la demanda de viajeros y peatones sin locomoción caminando en masa por las calles.

El Gobierno endurece las penas para los detenidos

El Gobierno chileno invocó a ley de seguridad del Estado, una legislación que regula los delitos contra la seguridad interior del país y que endurece las penas para aquellos que resulten culpables de los desórdenes y disturbios.

Santiago comienza a arder

Iniciada la noche del viernes, la protesta callejera se radicalizó en algunos puntos de la ciudad y grupos violentos tomaron el protagonismo con enfrentamientos directos con los Carabineros, barricadas, saqueos en comercios, la quema y destrozo de varias estaciones de metro, de autobuses y de mobiliario urbano, e incluso incendiando la sede de la eléctrica Enel.

Estado de emergencia y toque de queda

El recrudecimiento de los disturbios determinó que el presidente de país, Sebastián Piñera, ya en la madrugada del sábado, decretase el estado de emergencia para gran parte de Santiago de Chile, lo que supone confiar a un mando militar la seguridad de la zona e implica una restricción la libertad de locomoción y reunión por un plazo 15 días.

Así, el presidente nombró al general de división Javier Iturriaga del Campo como jefe de la Defensa Nacional para controlar la situación, y éste declaró el toque de queda en todo Santiago desde las 22 horas hasta las 07 de la mañana.

Militares toman el control de Santiago

El militar designado al mando de la seguridad de la capital chilena desplegó a 500 militares para controlar los 16 ejes más importantes de la ciudad y patrullar las zonas conflictivas.

Desde de las 3:00 horas de la madrugada no se registraron situaciones violentas de importancia, pero tras amanecer en tranquilidad esta mañana ya comienzan a configurarse varios cacerolazos y manifestaciones ciudadanas que dan cuenta de malestar ciudadano.

Primer balance

El reporte inicial de los disturbios del viernes fue de 308 detenidos y 167 personas heridas, de las que 11 son civiles y el resto agentes de Carabineros, cinco de ellos en estado de gravedad. Asimismo, 41 de las casi 140 estaciones del Metro de Santiago y 16 autobuses urbanos fueron quemados o siniestrados.

Discusión política

La situación ha encontrado su reflejo también en el debate político. Desde la oposición, el Frente Amplio criticó que las autoridades no vean que el problema de fondo no es el precio del metro, sino la inequidad del país y una sociedad injusta, por lo que defendió el derecho de protesta de las personas y exigió al Gobierno “detener la represión”.

Desde el Gobierno, calificaron las críticas de la oposición de “irresponsables”.

El horizonte

Con la continuación de las protestas este sábado, la declaración del estado de emergencia y la red de metro cerrada, en principio hasta este próximo lunes, las autoridades estudian suspender las clases el lunes y el martes próximos en precaución para evitar posibles altercados de grandes dimensiones y tratar de reducir en lo posible un potencial nuevo colapso de la ciudad por falta de locomoción.