6 expresiones usadas a diario fueron puestas a consideración de la Real Academia Española. Las repasamos en la nota y seguro habrá sorpresas.
Los equívocos en el uso del castellano son frecuentes, incluso para los nativos. Así, hay frases que se dicen a diario pero son erradas como “transplantar un árbol” o “me gustaría que estés”, mientras que otras, corregidas hasta el cansancio, son adecuadas.
“Subir arriba”
“Bajar abajo”
Si, es correcto decir que alguien sube para arriba o baja para abajo. Lo dice el monumental libro Las 500 dudas más frecuentes del español, editado por el Instituto Cervantes, y lo reafirma la Real Academia Española (RAE) que hace unos días se lo explicó a un usuario de Twitter que le envió una de las más de 500 preguntas diarias sobre la lengua que atienden a través de esa red social bajo el hasthag #RAEconsultas.
Sucede que el castellano es un idioma complejo que esconde secretos incluso para las personas que son hablantes nativas. Pasa con frases que se dan por equivocadas y son correctas, así como con supuestos errores que no son tales.
Seis casos para corregir
Subir para arriba, bajar para abajo
Correcto
Aunque suene redundante, y lo sea, el Instituto Cervantes explica que la expresión no es equivocada. “Estas expresiones: subir para arriba, bajar para abajo, entrar adentro, salir afuera, son admisibles en el uso oral y coloquial de la lengua, donde se utilizan generalmente con valor expresivo o enfático, pero debemos evitarlas en los textos escritos”, explican.
Y muestra otras expresiones que son igualmente redundantes como: “Se trata de una ley que está actualmente en vigor”. “No existían antecedentes previos de un caso similar”. “El juez ordenó realizar la autopsia al cadáver”.
En todos los casos, se recomienda omitir el término que genera la redundancia a menos que se emplee “como recurso estilístico o con valor expresivo, para dar énfasis a nuestras palabras”. En ese caso, “se consideran pleonasmos: figura de construcción que consiste en emplear en la oración uno o más vocablos innecesarios para que tenga sentido completo, pero con los cuales se añade expresividad a lo dicho”. Y ponen como ejemplo: “Lo vi con mis propios ojos, no puedes negarlo”.
Transplantar un árbol
Incorrecto
Ni plantas, ni árboles, ni tampoco órganos. “La forma correcta es trasplantar, tanto para ‘trasladar plantas del sitio en que están arraigadas y plantarlas en otro’ como para ‘trasladar un órgano desde un organismo donante a otro receptor, para sustituir en este al que está enfermo o inútil’”, apuntan los especialistas del Instituto Cervantes para dar por tierra con un error de esos que cuesta corregir.
Por eso, indican que no es adecuada la frase “Hay muchos enfermos renales que están pendientes de transplante” ni tampoco la expresión “Esta época es la mejor para transplantar los geranios”.
Sucede que se trata de “errores en los que se deforma una palabra correcta por considerarla errónea”. El problema se llama ultracorrección y “suelen cometerlos los hablantes cuando quieren imitar una pronunciación o forma que consideran más culta”.
Para lo mismo con palabras erradas como disgresión por digresión (que es la correcta), desaveniencia por desavenencia (exacto, esta es la correcta aunque no parezca) y, aunque parezca extraño, carnecería por carnicería.
Celebró su veintitrés cumpleaños
Correcto
Sí, esa es la forma correcta. Lo dicen la RAE y el Instituto Cervantes. No hay problema si se antepone el numeral veintitrés al sustantivo cumpleaños con el posesivo su en singular.
“La sustitución de los numerales ordinales por el cardinal correspondiente es muy frecuente en la lengua común, especialmente si el número es alto, posiblemente como consecuencia de las dificultades que originan los numerales ordinales para ser formulados y para ser comprendidos con rapidez”, explica el libro Las 500 dudas más frecuentes del español. Para decirlo más fácil, el reemplazo de primero por uno o de vigésimo quinto por 25 está bien.
Aunque el equipo de especialistas en normativa aclara que “lo que no se acepta es que en el mismo enunciado se mezclen ambos tipos de numerales” y ponen un ejemplo errado: “Se celebra la edición sexagésimo cuatro del certamen” y otro correcto: “Se celebra la edición sesenta y cuatro del certamen”.
Y algo más, se puede usar en femenino o en neutro: “Se admite tanto la forma concordada en femenino (página doscientas) como la no concordada, manteniendo el numeral en masculino (página doscientos).
Me gustaría que estés
Incorrecto
¿Incorrecto? ¡Si se dice todo el tiempo y sale en los diarios! El equipo de especialistas coordinado por el profesor de Lengua española de la Universidad de Alcalá Florentino Paredes, que dirigió el volumen editado por el Instituto Cervantes pone las cosas en su lugar: “Lo correcto es Me gustaría que estuvieras, pues solo en esa forma se respeta la concordancia temporal”.
Este es uno de los puntos más complejos del castellano: relacionar adecuadamente los modos y tiempos verbales. “Es esta una correlación que se produce entre las formas de dos verbos –explican–, uno situado en la oración principal y otro en la subordinada”.
Por eso, el error de la frase “Me gustaría que estés” se detecta porque el verbo principal gustaría se sitúa en la perspectiva del pasado, mientras que el verbo subordinado se encuentra en presente de subjuntivo, tiempo que corresponde a la perspectiva de presente.
Hay matices y casos más complejos, pero la idea central es esa.
Me da mucha pena de que abandonen a los animales
Correcto
De. De que. Que. El triángulo de las Bermudas del idioma o, como explica el dicho: “O por mucho o por poco, siempre me equivoco”. Es correcta “Me da mucha pena de que abandonen a los animales” y también lo es “Me da mucha pena que abandonen a los animales”.
Y esto sucede porque a cada uno de los enunciados le corresponde un análisis gramatical distinto. Los especialistas del Instituto Cervantes lo aclaran: “En el primer caso, la oración subordinada se considera complemento del sustantivo "pena": me daba [pena de eso]; en el segundo, la oración subordinada es el sujeto de la oración principal: me daba pena [eso].
Esta doble posibilidad se encuentra en oraciones formadas con el verbo dar seguido de sustantivos que significan reacción afectiva, como miedo, pena, vergüenza, asco, apuro, etc. No admite esta doble posibilidad, sin embargo, cuando se combina con otros sustantivos como casualidad, circunstancia, impresión y similares”.
Entonces, está bien “¿No te da pena que se acabe el verano?” así como “¿No te da pena de que se acabe el verano?”
Eran veintiún personas
Incorrecto
“Lo correcto es veintiuna personas. Los compuestos del numeral "un" tienen variación de género, por lo que la concordancia en femenino es necesaria. No es posible, en este caso, emplear la forma apocopada”, avisan en el libro Las 500 dudas más frecuentes del español y no se los puede acusar de feministas, ya es sabido.
Pero ojito porque la cosa sigue: “Ahora bien, si el numeral es un compuesto de mil, se admiten ambas soluciones, concordando en género según la norma general, veintiuna mil personas, o sin concordar, considerando una unidad el determinante compuesto, veintiún mil personas.
La razón en este caso es que veintiún puede considerarse como determinante del sustantivo femenino o bien una forma invariable del numeral veintiún mil”, explican.
Y una nota extra para un/uno: “La apócope de un solo puede hacerse cuando el numeral acompaña directamente a un sustantivo; no es posible apocoparlo cuando le sigue un complemento con de”.
Según esta norma, es incorrecto decir “Veintiún de los emigrantes fueron devueltos a su país” porque lo que corresponde es “Veintiuno de los emigrantes fueron devueltos a su país”.