El video es furor en las redes sociales. Bhel Dietrich es estudiante de psicología y la pareja del jugador brasileño Bruno Henrique.
Hay ocasiones en que la pasión de los fanáticos no les deja ver que los deportistas también son seres humanos. Esto sucedió en Brasil, donde un hincha de Palmeiras encaró al futbolista Bruno Henrique para recriminarle por los malos resultados. Esto provocó el enojo de Bhel Dietrich, la pareja del jugador, quien no dudó en defenderlo y plantarse ante las críticas del aficionado.
En las imágenes que se viralizaron rápidamente en las redes sociales, se lo ve a Bruno Henrique en una calle de Sao Paulo con su esposa y su perro. Ambos escuchan los reclamos de una aficionado que le dice "Pipoqueiro", que es una expresión utilizada en portugués para denigrar a los jugadores que hacen grandes partidos contra equipos menores, y cuando tienen partidos decisivos no tienen buenos rendimientos.
Bhel Dietrich, de 22 años, estudiante de psicología, no titubeó a la hora de defender a su esposo. "No hablas del equipo, lo maldices directamente a él. Asume las cosas que haces. ¿Crees que esto es correcto? Nosotros también tenemos una vida. Si quieres juzgar, ve al estadio", disparó la joven.
Los reproches del torcedor continuaron, lo que también provocó que el propio Henrique, de 25 años, haga su descargo. "Sabemos que estamos pasando un momento difícil… ¿crees que soy feliz? Estoy caminando con mi esposa, ¿qué ganas haciendo esto?", contestó el jugador, quien paseaba tranquilamente en su día libre.
Las críticas del fanático se debían a que el Palmeiras, campeón brasileño 2018, arrastra una profunda crisis que incluso provocó el despido de Luiz Felipe Scolari. Fueron líderes durante gran parte del campeonato local, pero una serie de derrotas lo dejaron en el quinto lugar. Además, fueron eliminados sorpresivamente por Gremio en los cuartos de final de la Copa Libertadores y se despidieron de la Copa de Brasil en las semifinales. La derrota del domingo ante Flamengo elevó a siete el número de partidos consecutivos del Palmeiras sin ganar en la liga.
La tensión es tan alta que el club decidió no revelar el cronograma de entrenamientos de esta semana para garantizar la seguridad de sus jugadores.
La escena que recorre el mundo termina con un intercambio más de palabras y, cuando Bhel Dietrich advierte que están filmando, va directamente a pedir que apaguen la cámara.