El santiagueño fue clave en el aplastante triunfo 95-69 de la Selección ante Corea en el arranque del Mundial.
La Selección Argentina de básquet debutó con éxito en el Mundial de China, al derrotar a Corea por 95-69, en un partido en el cual tuvo algunas lagunas en la primera parte, que contrastó con la contundencia exhibida en el complemento.
Los dirigidos por Sergio Hernández controlaron el partido durante los cuarenta minutos de juego, pero aún así tuvieron dos pasajes, uno en el primer cuarto, y otro en el segundo, en los cuales no estuvieron finos en ataque y permitieron que Corea remontase en el marcador.
No fue el seleccionado asiático el que buscó eso, sino la propia Selección Argentina, que en esos momentos perdió no solo la claridad en su juego, sino también la capacidad para anotar en la corta y media distancia, aún desde posiciones favorables.
Fueron en esos momentos en donde aparecieron la defensa (limitando a Guna Ra, el mejor jugador coreano) y algo impensado en lo previo: la efectividad en los triples (los primeros 9 puntos llegaron a través de esa vía con disparos de Luis, Scola, Luca Vildoza y Patricio Garino), para poner las cosas en su lugar.
Poner las cosas en su lugar significó meter un parcial de 13-0 en el primer cuarto, cuando Corea se había puesto 11-9; y otro de 14-2 en el segundo cuarto que le permitió cerrar el primer tiempo 41-23.
La Argentina liquidó el partido en el arranque del segundo tiempo con una tremenda ráfaga en ataque que incluyó cuatro triples consecutivos (3 de Laprovittola, terminó siendo el goleador del equipo con 17, y el restante de Campazzo), sin que Corea pudiese reaccionar.
El alero santiagueño, Gabriel Deck, tuvo un aporte especial llegando desde el banco con 12 puntos, un rebote y una asistencia.
Por supuesto que la selección terminó de sellar la victoria ayudando a su ataque con la defensa, la cual se dio el lujo de permitirle alguna “licencia” a Guna Ra (terminó el partido con 31 puntos), ya que el resto de los jugadores coreanos se cansó de tirar y errar.
Con una diferencia de 32 puntos (82-50) a poco de iniciarse el último cuarto, Hernández comenzó con la lógica y esperable rotación para cuidar a sus principales jugadores, y entonces el equipo levantó un poco el pie del acelerador.
Ahora se viene Nigeria (lunes, a las 5.30), un equipo que viene de perder en el cierre con Rusia (82-77), pero que exigirá mucho más que Corea, y será la primera gran prueba de este Mundial.