El Rojo venció al Patrón por 1 a 0 en San Luis para avanzar en la Copa Argentina.
Independiente estuvo lejos de mostrar su mejor versión pero aún así venció por 1-0 a Patronato de Paraná en el estadio Único de Villa Mercedes y avanzó a los octavos de final de la Copa Argentina.
Domingo Blanco, con su primera conversión con la camiseta del club de Avellaneda, marcó el punto de inflexión en el partido disputado en aquel coqueto escenario puntano.
En la etapa inicial, el equipo de Sebastián Beccacece no pudo imponer las condiciones ante un rival que presentó varios nombres que habitualmente no son parte del equipo titular que propone Mario Sciacqua.
En ese contexto, resultaron escasas las situaciones de riesgo en ambos arcos y Martín Campaña, arquero del Rojo, y Federico Costa, su colega del Patrón, pasaron una primera mitad tranquila.
Un tiro libre demasiado elevado de Domingo Blanco y un cabezazo desviado de Pablo Pérez fueron las aproximaciones más claras para Independiente.
Patronato, que esperó en su campo y apostó a algún contragolpe, llegó únicamente a través de un intento individual de Santiago Rosales, que salió del campo de juego controlado sin problemas por Campaña.
Un ligero movimientos de piezas para el complemento le dio aire a Independiente en ofensiva, no tanto por la calidad de sus ataques sino porque uno de los futbolistas que modificó su posición inició la jugada con la que se abrió el marcador.
La salida del uruguayo Gastón Silva para permitir el ingreso de Martín Benítez hizo retroceder a Juan Sánchez Miño a la posición de marcador de punta izquierdo.
Con su equipo en ataque, Sánchez Miño tomó la pelota en la mitad de la cancha, se animó a cambiar el ritmo y después de perforar la primera línea de resistencia paranaense, metió un excelente pase al vacío para Domingo Blanco.
Beneficiado por una tardía salida de Bruno Urribarri para promover el fuera de juego, Blanco quedó mano a mano con el arquero rival y no desaprovechó la situación.
Patronato quedó entonces con la responsabilidad de ir a buscar el empate pero tuvo pocos argumentos para inquietar a Campaña. Un cabezazo del ingresado Juan Cruz Franzoni fue la única acción de riesgo con la que contó el equipo de Sciacqua.
Independiente contó con dos ocasiones para liquidarlo, pero en ambas oportunidades Sebastián Palacios, en el corazón del área, se quedó con el grito de gol atorado en la garganta.
Con poco, el Rojo logró superar esta instancia. En la siguiente , se medirá con Defensa y Justicia, que viene de eliminar a Gimnasia y Esgrima La Plata.
El sábado, a las 17.45, Independiente y Patronato volverán a verse las caras en Paraná, pero por la quinta fecha de la Superliga.