En una reunión con la gobernadora, el legislador bonaerense pidió realizar una autocrítica.
Luego de escuchar las quejas de los intendentes por el resultado en las primarias, María Eugenia Vidal encabezó un encuentro con los legisladores provinciales de Cambiemos para analizar los alcances de la derrota y comenzar a pensar la campaña para las elecciones generales.
Inesperadamente, la reunión alcanzó un pico de tensión cuando Guillermo Bardón, un dirigente ligado a Emilio Monzó, aseguró que la estrategia electoral había fracasado y pidió hacer una autocrítica. Su mensaje contrastó con una visión más edulcorada de la realidad que había planteado minutos antes la "lilita" Maricel Etchecoin.
"Más allá de la emoción que uno puede sentir en algunos discursos, yo me permito disentir con quienes dicen que no hay que hacer autocrítica. Si la autocrítica no es hoy, ¿cuándo uno la va hacer?", introdujo el diputado bonaerense según reconstruyó Infobae en diálogo con varios testigos.
Y continuó: "Si no tenemos la capacidad de reconocer que lo de agosto fue un verdadero fracaso, que perdimos por 20 puntos, que no hubo el corte de boleta que tanto se pregonaba y si seguimos depositando la culpa en el otro, no veo posibilidades ni capacidad de revertir una situación que es complicada para todos".
Desde el entorno de Bardón explicaron que con su intervención buscó dejar en claro que sólo a través de la autocrítica podrán trabajar para revertir el aluvión azul de votos en octubre. De otra manera, con un diagnóstico errado es probable que se repitan los mismos resultados en octubre.
No hubo respuesta de Vidal, quien mantuvo la misma actitud ante todos los legisladores que hablaron durante el encuentro. Abrió la reunión y la cerró con un mensaje global. En los pasillos de la residencia de La Plata, funcionarios ligados a la gobernadora le bajaron el tono a la disputa y deslizaron que ven a Bardón cerrando con el Frente de Todos en un futuro cercano: "No nos olvidamos que trabajó muchos años con Felipe Solá".