No se trata del cambio climático. Aproximadamente un metro de hielo se derrite en la región anualmente.
Los glaciares de la región suramericana sufren el impacto del cambio climático. Pero su existencia no solo la amenaza el aumento global de las temperaturas, sino que las masas de hielo de Suramérica también se resienten de las consecuencias de la actividad humana.
Uno de los países que más nota la pérdida de hielo es Chile, en cuyo territorio se ubica el 80% de los glaciares de América del Sur, recoge Bloomberg. Al mismo tiempo, el Instituto de Recursos Mundiales, una organización sin ánimo de lucro con sede en Washington, estima que Chile se encuentra entre los 27 países del mundo con un nivel "alto" de escasez de agua, lo que hace que millones de personas en la capital chilena y otras regiones del país dependan de los glaciares como fuentes de agua en los períodos de sequía.
Varios factores contribuyen al deshielo, entre ellos el aumento de las temperaturas, pero también la actividad humana, especialmente la explotación minera. Todo esto provoca que aproximadamente un metro de hielo se derrita en la región anualmente.
El geólogo chileno Gino Casassa visitó los depósitos de hielo de su país y destacó el resultado del aumento de las temperaturas en la región. "Todo esto debe estar cubierto por la nieve esta época del año", afirmó sobre el glaciar Olivares Alfa, uno de los mayores de Chile, y añadió que cuatro o cinco glaciares que actualmente están fragmentados en el pasado formaban un único depósito de hielo.
Una ley para proteger el hielo
Frente a las aciagas perspectivas, la oposición política impulsó un proyecto de ley para proteger los glaciares. De acuerdo con la iniciativa legislativa, los depósitos de hielo deben convertirse en lugares protegidos donde esté prohibido realizar cualquier actividad con fines no científicos. Si la ley es aprobada, cualquier violación de sus disposiciones se consideraría un delito.
"Enfrentamos una catástrofe y no proteger a los glaciares aún no es una opción", declaró el senador Guido Girardi, que está a favor de la iniciativa.
"Todos los glaciares son un recurso estratégico para el futuro", afirmó, por su parte, el profesor de la Universidad de Chile Francisco Ferrando, añadiendo que "esta agua es importantísima para todos los procesos productivos en el marco de las sequías que se avecinan". "Atentar contra los glaciares es atentar contra el derecho a la vida, contra los derechos humanos", subrayó.
Un obstáculo para las actividades mineras
Sin embargo, la iniciativa provocó polémica entre las autoridades y varios políticos se opusieron a la medida legislativa, entre ellos los del Gobierno del presidente chileno, Sebastián Piñera. Consideran que dicha iniciativa perjudicaría el desarrollo económico del país al limitar significativamente las actividades mineras.
Los contrarios a la propuesta argumentan que la economía del país depende de la extracción de cobre. Más de la mitad de las exportaciones de Chile corresponden a productos de minería, y el país es el líder mundial en producción de este elemento. Para las compañías del sector, el hielo de los glaciares representa un obstáculo para la producción, puesto que cubren una gran cantidad de depósitos de cobre.
Aparte de los sitios de minería ya existentes, los trabajadores del sector buscan nuevos posibles lugares de extracción, varios de los cuales están cubiertos por una capa de hielo. "Las solicitudes para explorar y extraer en las áreas con una gran presencia de glaciares están solo aumentando", reiteró Ferrando.
A su vez, un estudio que se llevó a cabo en el 2010 mostró que un total de 3,3 kilómetros cuadrados de glaciares rocosos ya han sido afectados por la actividad minera.