Se trata de una mujer que se encontraba prófuga desde hace 10 meses. Está acusada de integrar una organización narcocriminal que lanzó media tonelada de marihuana a un campo santiagueño.
Después de permanecer prófuga casi un año de la Justicia Federal, sospechada de haber formado parte de una organización narco criminal que “bombardeó” más de 430 kilogramos de marihuana en un campo santiagueño, cayó detenida al salir de emitir su voto en una escuela de La Banda.
Graciela Eloisa Gómez fue interceptada al salir de la Escuela Nº 226 “Francisco de Aguirre” de la ciudad de La Banda, tras haber cumplido con el deber cívico. Los gendarmes la abordaron y no le dieron oportunidad de ensayar algún intento de fuga.
Gómez estaba prófuga desde el 7 de octubre de 2018, cuando la fuerza de seguridad federal, bajo las directivas de la Fiscalía y la Justicia Federal, lograron interceptar un cargamento de casi media tonelada de marihuana en el departamento Moreno.
La joven había logrado mantenerse lejos del alcance de los gendarmes. Las sospechas de que podía concurrir a participar de la votación, obligó a los efectivos a montar una vigilancia en el establecimiento educativo en caso de que se concretara.
La espera llegó a su fin ayer, en horas de la siesta, cuando los uniformados observaron a la mujer ingresar y dirigirse a la mesa en la que debía votar. Aguardaron que sufragara y la esperaron a la salida.
La sospechosa no opuso resistencia y fue trasladada a las instalaciones de la fuerza en nuestra ciudad, donde quedó detenida a disposición de la Justicia Federal.
El caso
El 7 de octubre de 2018 Gendarmería Nacional concretó el secuestro de un camión con 437 kilos de marihuana en la ruta nacional 89, cerca de Quimilí, Moreno. El operativo fue el corolario de una larga investigación llevada adelante por el fiscal federal de Santiago del Estero, Pedro Simón; y del Centro de Reunión Informativa (CRI) de la fuerza de seguridad.
En aquel momento, los efectivos estuvieron apostados dos días en un campo, entre los departamentos Juan Felipe Ibarra y Moreno, ya que tenían el dato de que habría un bombardeo de paquetes con droga en la zona.
Aguardaron a que apareciera un camión, que estaba cargado de carbonilla, con la cual se camuflaba la “preciada” carga y con orden del juez federal Guillermo Molinari, salieron a la “caza” del camionero que quedó detenido y del cargamento que fue secuestrado.
Los investigadores sabían de esta operación por escuchas telefónicas en celulares que se utilizaban en la Cárcel Federal de Colonia Pinto. Dicha operación era coordinada por un caponarco bandeño, conocido como Ale Torres o el “Señor del Mal Santiagueño”, quien arregló con una organización paraguaya el bombardeo de la droga.