Un hombre armado abrió fuego en una mezquita en un suburbio de Oslo el sábado, hiriendo a una persona antes de que un fiel lo neutralizara, indicaron la policía noruega y testigos.
Después de que el supuesto autor del tiroteo fuese detenido, la policía anunció que había hallado el cadáver de una mujer en relación con el sospechoso en una casa del suburbio de Baerum, donde tuvo lugar el ataque.
"Consideramos que se trata de una muerte sospechosa […] La fallecida está relacionada con el hombre detenido poco antes el día de hoy", declaró el portavoz de la policía Rune Skjold. Tenía "lazos familiares" con él, precisó.
El responsable de la mezquita declaró a los medios noruegos que el asaltante, un hombre blanco, llevaba varias armas, un casco y un uniforme.
La policía fue alertada del tiroteo en el centro islámico Al Noor, en Baerum, un suburbio de Oslo, poco después de las 16:00 (14:00 GMT).
En un primer momento, la policía dio cuenta de un herido por disparos, pero después precisó que la víctima sufría "heridas menores", y que no podía establecer si eran por balas.
La policía afirmó que no tenía indicios de más personas implicadas, así como tampoco del sospechoso, descrito por algunos como un "blanco".
"Se trata de un joven noruego. Vive en las inmediaciones", declaró Skjold, y añadió que el sospechoso era conocido por la policía pero podía describirlo como alguien con "antecedentes criminales".
"Uno de nuestros miembros fue baleado por una hombre blanco con casco y uniforme", dijo el responsable de la mezquita Irfan Mushtaq al diario local Budstikka.
Declaró que había llegado al lugar poco después de haber sido alertado de la presencia del hombre armado, y después se dirigió a la parte de atrás del edificio a la espera de la policía.
"Vi cartuchos esparcidos y sangre en las alfombras, y vi a uno de nuestros fieles que neutralizaba al atacante, cubierto de sangre", declaró Mushtaq al diario VG.
Según él, el hombre que aparentemente neutralizó al tirador tenía 75 años. La mezquita no había recibido ninguna amenaza antes del tiroteo, agregó.
El responsable de información de los servicios de seguridad de la policía noruega, Martin Bernsen, declaró que "aún era demasiado pronto para sacar conclusiones" sobre lo ocurrido.
Este tiroteo tiene lugar en un contexto de aumento de los ataques llevados a cabo por supremacistas blancos, por ejemplo en Estados Unidos y Nueva Zelanda, donde 51 musulmanes murieron en marzo en dos mezquitas en Christchurch.
El autor de la matanza de Christchurch escribió manifiesto lleno de odio en el que explicaba estar influenciado por ideólogos de extrema derecha, entre ellos el asesino neonazi noruego Anders Breivik.
Breivik mató a 77 personas el 22 de julio de 2011, al hacer estallar una bomba en la sede del gobierno en Oslo y abriendo fuego luego en un encuentro de jóvenes laboristas en la isla de Utoya. Acusaba a sus víctimas de fomentar el multiculturalismo.