La muerte del nene de 4 años que apareció colgado en un puente conmociona a toda la provincia. Confirmaron que murió por estrangulamiento y no hubo abuso sexual.
Conmoción en Tucumán - “No sé nada. No me dijeron nada. Estuve toda la noche con la Policía hablando. Yo lo crié. No pueden pensar que la familia le pudo haber hecho algo”. Con el ojos envueltos en lágrimas, Francisco Adán Peñalva no encontraba aún alguna explicación al crimen de su nieto, Ulises Benjamín Amaya. Después de horas de espera, el hombre y el resto de su familia habían recibido el cuerpo del pequeño de cuatro años para poder darle el último adiós en la vivienda de El Colmenar, en Las Talitas. Hasta ese momento, sin embargo, en el barrio había incertidumbre sobre lo que podría haber pasado el jueves por la tarde, cuando hallaron al niño ahorcado, colgando en un puente.
Instantes después, tras casi un día de hermetismo, se conoció que la Policía se centraba ya en una línea de investigación, por encima de las innumerables hipótesis que se habían tejido desde el momento del hallazgo del cuerpo. Entre ellas, la vinculación familiar. Ademas, fuentes judiciales y policiales ratificaron por esas horas los resultados preliminares sobre las causas de la muerte de Benjamín: había muerto por estrangulamiento y se descartó un abuso sexual tras la autopsia. Aunque estaban previstas más pericias para corroborar esa prueba.
“Todavía se está trabajando sobre las diferentes hipótesis que surgieron y no se descarta ningún tipo de indicio. Aun así, a pesar de que se analizan todas las teorías, seguimos una clara línea de investigación”, explicó Christian Peralta, jefe de la División Homicidios de la fuerza de seguridad local.
Durante la jornada, los investigadores extendieron las averiguaciones para reunir los datos, teniendo en cuenta que no había un patrón determinado del móvil en esos instantes. No había posibles sospechosos y se desechaban diferentes versiones de vecinos. Por ejemplo, la abuela de Benjamín había dicho que una vecina habría escuchado al pequeño gritar minutos antes de que desaparezca. “Hay una señora que lo vio, pero no quiere hablar porque tiene miedo. Yo le pido que no tenga temor porque le podría haber pasado a un hijo o nieto de ella”, había contado.
La Policía y los funcionarios judiciales a cargo de la causa volvieron por la tarde a la zona donde se había encontrado el cuerpo del niño, con el fin de realizar más pericias e identificar posibles testigos. Hasta ese momento, alrededor de 20 pesquisas habían interrogado a familiares, allegados a la familia y otros testigos. “Se inició entrevistando a personas del círculo íntimo para ir ampliando de a poco la investigación”, señaló Peralta.
En medio de las averiguaciones, los investigadores -dijeron- lograron dar con una declaración que permitiría avanzar en un móvil del crimen. El chico fue encontrado sin vida por familiares en un canal ubicado abajo de un puente alternativo, sobre la avenida de Circunvalación. Luego, los parientes llevaron al niño al CAPS de El Colmenar ya sin vida.
La tragedia, según datos oficiales
1 A la siesta, la mamá había preparado a Benjamín para que concurriera a un merendero del barrio. Como faltaban un par de horas, lo dejó jugar con amigos.
2 Al poco tiempo, los familiares notaron la ausencia del pequeño. De manera inmediata, junto con vecinos, comenzaron a buscarlo en la zona.
3 Horas más tarde, el pequeño fue hallado por un grupo de parientes y allegados en un puente alternativo, ubicado en la avenida de Circunvalación.
Vecinos pidieron “justicia”
Decenas de vecinos de El Colmenar, en Las Talitas, cortan el tránsito en avenida Juan B. Justo al 3.400. Los habitantes reclamaron durante la mañana “justicia” y el esclarecimiento del crimen de Ulises Benjamín Amaya, de cuatro años, quien había sido hallado el jueves ahorcado en un puente. También demandaron que sea limpiado y cercado el predio donde habían encontrado al pequeño, para evitar que sirva de “cueva” para los delincuentes. Participaron integrantes del merendero al que concurría el chiquito.
Fuente: Diario La Gaceta