La policía sospecha de una banda delictiva, que opera en toda la provincia.
Los investigadores no dejan de analizar filmaciones, de recabar testimonios y de buscar datos entre informantes para intentar dar con los delincuentes que, con casi siete horas de diferencia, cometieron dos asaltos de la modalidad “entraderas” y que derivaron en secuestros de tipo exprés, incluso con víctimas golpeadas, en la ciudad de Córdoba.
Por un lado, un comerciante permaneció cautivo durante media hora a manos de una banda de ladrones, en la mañana de ayer, mientras otra parte del grupo asaltaba a su familia en barrio Alta Córdoba. Terminó encerrado y maniatado en el baúl de su auto.
Por otro lado, en la madrugada, una mujer embarazada y su novio fueron víctimas de otro caso exprés en Alto Alberdi cuando guardaban el auto. Fueron liberados, un rato después, en la villa Los Galpones, de Alta Córdoba.
No hay detenidos por ninguno de los casos. Desde la Policía y desde la Justicia provincial negaron que se tratara de secuestros extorsivos, al tiempo que aclararon que son asaltos violentos en los que las víctimas, aparentemente, son llevadas como “escudos humanos” por si aparece la Policía.
Los casos se suman al del martes por la mañana, cuando delincuentes con gorras y camperas de la Policía Federal sorprendieron a una mujer que sacaba su auto (con sus hijas) y, con el ardid de que se trataba de un allanamiento, la llevaron hasta su casa –a pocas cuadras– para golpear y asaltar a su esposo. Ocurrió en Parque Capital, al sur de la ciudad.
El hombre asaltado en Alta Córdoba tiene chapas de taxi. El atacado en Parque Capital tiene remises en Buenos Aires.
Para los investigadores, se trataría de varias bandas.
Asaltar a vecinos que abordan o se bajan de vehículos es una metodología reiterada. Lo que llama la atención ahora es que los ladrones se llevan las víctimas consigo.