Las asociaciones que nuclean a ambas disciplinas médicas se refirieron a lo ocurrido durante el procedimiento médico malogrado.
Autoridades de la Asociación de Anestesia, Analgesia y Reanimación de Buenos Aires (Aaarba) aseguraron hoy a Télam que un endoscopio "sí puede perforar", mientras que desde Endoscopistas Digestivos de Buenos Aires (Endiba) afirmaron que es "absolutamente imposible que ese instrumento provoque una lesión punzante", principal contradicción en el juicio por la muerte de la periodista Débora Pérez Volpin.
"Se ha difundido erróneamente que el endoscopio fue responsable de la lesión tipo punzante de 3 milímetros hallada en el cuerpo de Pérez Volpin. ¿Por qué esto es incorrecto? Porque la punta del endoscopio es tipo roma, es decir, que no es puntiaguda y tiene, por lo menos, 10 milímetros de diámetro", explicó a Télam el presidente de Endiba, Lorenzo Padín.
El especialista precisó, además, que la cara anterior del esófago, donde fue provocada la herida, es "inaccesible anatómica
"Es absolutamente imposible que la lesión haya sido provocada por un endoscopio. Sin embargo, y pese a que aún no hay un veredicto en el juicio, ya existe un juzgamiento social y mediático que dejará su marca, no sólo para el médico procesado, sino para todos los endoscopistas. Y eso afecta enormemente a nuestros pacientes", destacó por su parte el vicepresidente de los endoscopistas, Rafael Escobar.
Pérez Volpin murió el 6 de febrero de 2018 mientras le realizaban una endoscopía en La Trinidad de Palermo, y en la causa están imputados por "homicidio culposo" el endoscopista Diego Bialolenkier y la anestesista Nélida Puente, quienes estaban a cargo del procedimiento y están siendo juzgados desde el lunes 15 de julio en el Palacio de Tribunales.
"Es muy importante tener en cuenta la secuencia de los hechos. Yo no estuve adentro del quirófano, pero según los testimonios que hubo en el juicio se sabe que a Débora la llevaron a la sala de endoscopías, la durmieron, la pusieron de costado y en determinado momento se descompensó", relató el secretario científico de la Aaarba, Marcelo Campos, en dialogo con Télam.
El especialista recordó que "hasta ese momento la anestesista no había tocado la vía aérea".
"Recién cuando deciden poner a Débora boca arriba, notan que estaba totalmente deformada, y eso ocurrió antes de que ella intentara intubarla, tal como se dijo en el juicio y como dice también el informe del cuerpo médico forense", aseguró.
El médico enfatizó que "hay que tener en cuenta lo que la misma Débora nos cuenta en su autopsia".
"Cuando la anestesista accedió a la vía aérea, la paciente ya estaba perforada", insistió.
Sin embargo, Alejandro Nieponice, miembro de la Comisión Directiva de Endiba, coincidió con su colega y aseguró que "la lesión de Pérez Volpin no puede haber sido causada por un endoscopio porque no hay manera de posicionarlo para que llegue hasta ahí".
Consultado sobre qué puede haber provocado la lesión esofágica que presentaba la periodista, Nieponice opinó que "puede haber sido el mandril que se usa para poner el tubo endotraqueal".
"Es una guía, una varilla flexible que tiene justo 3 milímetros de diámetro y una punta punzante que puede lesionar. Ese instrumento lo coloca el anestesiólogo cuando hay que intubar al paciente, pero no sé si en este caso se usó o no", indicó.
Pero Campos lo negó: "Aunque pensáramos por un segundo que eso pudiera haber ocurrido, jamás habría entrado tanta cantidad de aire como la que presentaba el cuerpo".
"Con el instrumental que usan los anestesistas no se logra un ingreso de aire semejante, pero sin embargo sí hay investigaciones que demuestran que un endoscopio puede perforar. Es más: la perforación esofágica está descripta como una de las complicaciones posibles de las endoscopías digestivas", completó el experto.