A casi tres años de que a su hijo le diagnosticaran la enfermedad, la actriz celebró su excelente estado de salud y develó cómo cambió su manera de ver la vida.
Hace dos años y ocho meses, la vida de Luisana Lopilato y su esposo, Michael Bublé, cambiaba para siempre. Ni bien a su hijo mayor, Noah, le diagnosticaron cáncer de hígado, la pareja se puso un objetivo claro: centrarse únicamente en el tratamiento médico del niño y alejarse de sus compromisos laborales.
Tras una valiente lucha, Noah se curó y hoy goza de un excelente estado de salud. Feliz por su pleno presente en familia, Luisana charló con la revista Gente y, además de hacer referencia a la enfermedad que enfrentó su hijo, contó las lecciones que aprendió y cómo ve la vida hoy.
"Aprendimos a identificar y establecer las prioridades en mi vida. Porque cambiaron, de cero a cien. Ya no me ocupo de tonterías, de comentarios maliciosos, de conflictos. Cuando hablo con mi familia siempre les digo: 'No se enganchen con peleas, con el estrés... No se olviden lo que vivimos. Nada es tan importante'", reconoció la actriz.
Y aclaró que si bien le da importancia a lo que sucede en su vida, nada es tan valioso como el bienestar de su familia: "No digo que no me importe nada. Si no que en mi cabeza hay un cartel inmenso que dice 'familia'. Entendí que no debo sostener lo que me incomoda, lo que no me gusta, lo que me hace mal. Me manejo fácil: ¿tal cosa me hace feliz? ¿No? Entonces, muy amorosamente, la aparto de mí, y ya".
Lu, que también es mamá de Elías y Vida, se mostró muy agradecida con Dios y cerró: "Creo en él".
Ver esta publicación en InstagramMientras el me tira arena yo disfruto de sus carcajadas. #familyfirst #volverareir #mamasboy
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