Ocurrió en Rosario. El fallecido tenía 64 años, era diabético y se movía en silla de ruedas por la amputación de una pierna. Acudió al centro de salud por dificultades para respirar.
La guardia del Hospital Provincial del Centenario, en Rosario, fue el escenario de un trágico episodio. Un hombre de 64 años murió en la sala de espera después de pasar seis horas sin ser atendido. Según confirmaron fuentes allegadas al caso, era diabético y se trasladaba en sillas de ruedas porque le habían amputado una pierna. Se había acercado a ese centro de salud por una dificultad respiratoria.
La víctima fue identificada como Juan Carlos Borini. Los testigos detallaron que estaba acompañado de una mujer joven, que le pidió al personal que lo revisaran de inmediato porque le estaba costando respirar.
Mientras pasaban las horas, los médicos no se percataron de la gravedad de su cuadro y en ningún momento se acercaron a revisarlo. Esto lo confirmó Emilse, una mujer que había llegado al hospital junto a su hija, que sufría una infección. "Estaba en la guardia y quedó ahí. Yo lo vi", sostuvo en declaraciones a TN.
Alrededor de las 20, la situación se convirtió en una tragedia. "Sentí que empezaron a gritar. '¡Está muerto!", recordó Emilse, que quedó en shock al ver cómo los doctores salieron al pasillo para ver lo que estaba ocurriendo. "A él le faltaba el aire, necesitaba oxígeno rápido", cuestionó sobre la lentitud del personal.
El exdirector del hospital y actual subsecretario de Salud de Santa Fe, Adrián Rascano, explicó que el paciente sufrió una descompensación en la sala de espera, donde se constató que había tenido un paro cardiorrespiratorio. A pesar de que se le realizaron tareas de reanimación durante unos 45 minutos, este procedimiento no tuvo éxito.
Ante la gravedad del caso, el funcionario adelantó que ya se inició un sumario interno para investigar las responsabilidades y determinar por qué pasó tanto tiempo sin ser atendido.
La causa quedó en manos de la fiscal Valeria Piazza. Hasta el momento, las autoridades judiciales secuestraron la historia clínica de Borini y ordenaron la autopsia del cuerpo. También investigan las declaraciones de algunos médicos, que argumentaron que el paciente había sido atendido el día anterior y que no acató a la recomendación profesional de quedarse internado.