Fue imputado por "lesiones culposas", la misma calificación que se le dio al cirujano cardiovascular del Nuevo Sanatorio Berazategui.
El traumatólogo que participó de la operación en la que le amputaron a una mujer diabética de 66 años su pierna sana, fue imputado la fiscal Karina Santolin por el delito de"lesiones culposas", misma calificación que se había tomado con el cirujano cardiovascular del Nuevo Sanatorio Berazategui.
Se trata de los dos médicos que intervinieron a Magdalena Leguizamón quienes se equivocaron de pierna y le amputaron la piernza izquierda en vez de la derecha.
La fiscal había imputado por lesiones culposas al cirujano cardiovascular, de apellido Rico, quien, según declaró una de las hijas de Leguizamón, fue el médico que dirigió la operación en la que le amputaron la pierna equivocada a la mujer jubilada que padece diabetes.
La jefa de la Unidad Funcional de Instrucción 7 señaló que seguirá tomando declaraciones "a allegados a la víctima y a la denunciante, que es una de sus hijas".
Por su parte, el Programa de Atención Médica Integral (PAMI), prestador del servicio de salud de la jubilada, emitió un comunicado en el cual expresó que "inició un proceso de investigación interna" en el que se le exigió al sanatorio "la presentación inmediata de toda la documentación médica relacionada con el caso a fin de determinar las responsabilidades del prestador".
El texto también indicó que "suspendieron de manera preventiva todas las cirugías traumatológicas programadas de afiliados del PAMI en el Nuevo Sanatorio Berazategui", y que se puso a disposición de la familia de la paciente desde el primer momento.
A su vez, el sanatorio privado, ubicado en la intersección de la calle 141 y 14 de la localidad bonaerense de Berazategui, también difundió un comunicado en el que expresó que la paciente "fue intervenida por complicaciones en su patología de base" y que fue derivada en la fecha de hoy a otra institución "por pedido de la familia".
La mujer estaba internada desde hace ocho días por una infección en el pie derecho, en el cuarto dedo, que se decidió amputar al día siguiente por indicación del cirujano cardiovascular.
Dado que la infección siguió avanzando, el domingo le comunicaron que debían amputar la pierna derecha.
"Hubo que preparar a mi vieja para que aguante el golpe emocional y el lunes le practicaron la cirugía, después salió el traumatólogo a decirnos que la cirugía había salido bien y que ella había tolerado bien el procedimiento", detalló por al mañana Mayra, una de sus hijas, en declaraciones a la prensa.
La sorpresa ocurrió cuando la mujer fue a ver a su madre a la habitación: "Mi esposo se dio cuenta de que la pierna que faltaba era la otra, yo levanté la sábana y vi el pie derecho, que había sido intervenido la semana pasada y que estaba comprometido, seguía ahí y que la pierna que faltaba era la otra".