El pequeño sufrió un grave corte en la cara. En el primer hospital la derivaron a otro pero le negaron traslado en ambulancia. La madre juntó dinero y se fue en remis.
Una madre viajó en remís desde Santa Isabel para que atendieran a su hijo de 5 años en el hospital de General Alvear.
En la localidad pampeana no pudieron suturarle la herida que tenía en el rostro y derivaron al menor al hospital cabecera en Santa Rosa, que está a 300 kilómetros. Además le negaron el traslado en ambulancia.
El accidente doméstico ocurrió el viernes pasado en un puesto a 40 kilómetros de Santa Isabel pero tomó trascendencia recientemente.
Mientras el infante jugaba se cayó y se incrustó un palo en la cara lo que le produjo una herida de consideración.
Después de lograr que la ambulancia fuera por el pequeño hasta el puesto, Mariela Ester Sosa arribó al hospital pampeano con el hijo y se encontró con el primer problema.
“Cuando llego al Hospital de Santa Isabel me recibe una médica de apellido Fernández quien me aclara que ella no estaba de guardia y quien sí, había salido. Lo revisó y una enfermera le lavó la carita. Fernández me dijo que la herida era para atención urgente en el Hospital Molas de Santa Rosa”, comentó la mujer al portal Info Huella de La Pampa.
“Cuando le pregunto si me trasladaban en ambulancia me dice que no, que me tenía que ir por mis propios medios y que el Hospital no se podía hacer cargo de llevarme. Por eso decido esperar a la otra doctora para que me pueda dar una solución”, agregó la mamá.
Luego de varios minutos de espera, la profesional de la salud a cargo de la guardia llegó al nosocomio pero se repitió la misma historia y le volvieron a negar el traslado en ambulancia.
“Ante la gravedad de la herida, decidí juntar unos pesos y viajar a Mendoza ya que está a 160 km y Santa Rosa me queda a 300 km de donde yo estaba”, dijo compungida Mariela.
La madre y el niño de 5 años llegó hasta el hospital Enfermeros Argentinos en General Alvear y en cuestión de minutos fue asistida en la guardia por la pediatra de turno.
Luego de revisar al menor, la pediatra derivó al pequeño con un cirujano y le realizaron 14 puntos de sutura en el rostro.
“Lo que no logré en mi provincia me lo solucionaron en cuestión de minutos en Mendoza. Recibí una excelente atención, no solo médica sino humana, como corresponde, como debería ser siempre”, concluyo Sosa.