Mientras analiza ofertas teatrales, la exuberante vedette se encuentra abocada a su rol de empresaria textil, a viajar, hacer campañas en el exterior y disfrutar del amor.
Si bien su imagen está un poco más distante de lo mediático, no significa que Johanna Villafañe (30) no quiera continuar con lo artístico sino que hoy analiza mucho más las ofertas de trabajo para hacer teatro y está muy dedicada a su marca de indumentaria femenina. Es empresaria, modelo, actriz… y una mujer enamorada. Desde hace unos meses, la ahora morocha se encuentra en pareja con un empresario de 41 años con quien ya planea casarse y tener hijos.
“Hay muchos cambios en mi vida en cuanto a lo teatral y lo artístico. Eso siempre está ahí, en mi corazón; me encanta. Tengo ganas de volver. La temporada pasada decidí no hacerlo y dedicarme plenamente a mi marca de indumentaria, que es un proyecto que estaba en mi mente. Me enfoqué y puse toda mi energía en esto, que me apasiona, me encanta. Estoy súper comprometida. Es una nueva puerta que se abrió en mi vida. Además estoy viajando mucho al exterior y haciendo campañas afuera como modelo. Tuve un año movidito con eso. Pero tengo ganas de volver al teatro", asegura la ex Pombo.
"Estoy proyectando y yendo por ese lado, donde ya tengo algunas propuestas para la próxima temporada, y estoy tomando clases de baile, con ganas de seguir creciendo. En cuanto a los cambios externos, a lo físico, me gusta renovarme y me animo a hacerlo. Creo que estamos todo el tiempo cambiando por dentro, y está bueno reflejarlo en el exterior. Nunca me había puesto el pelo morocho, castaño… ¡y me animé! Basta de la rubia, y dije: ‘Vamos por la morocha argentina’. Y me siento súper cómoda con este look. Seguro que me lo dejo por un tiempo más”, comenta.
–¿Cómo te cuidás para estar siempre en forma?
–No hago dietas, jamás pude sostenerlas, y la palabra “dieta” ya me pone de muy mal humor. Trato de moverme, de entrenar todos los días al menos una hora. Antes era más fanática de ponerles peso a mis rutinas, pero hoy elijo más repeticiones. Menos peso y más cardioaeróbico. Soy de los ejercicios más dinámicos. Y cuando tengo tiempo me encanta rollear. En cuanto a las comidas, no me privo de nada pero como sanito, y si me dan ganitas de algo dulce me doy mis permitidos.
–¿Cómo fue de un día para el otro ser una de las bombas del momento?
–Estuvimos en el auge y lo recuerdo con mucho amor. Era muy chica, venía del interior y mi mundo cambió en un minuto. Es increíble y maravilloso lo que generan la TV y la comunicación. Agradezco ese momento y esa oportunidad. Reconozco que hubo situaciones que no supe manejar por la exposición y la falta de contención familiar. Estaba sola en Buenos Aires, y en ese minuto de fama y de gloria se acerca mucha gente por interés... que también lo agradezco, porque es de esos momentos de los que aprendemos y crecemos.
–¿Tuviste muchos casos de acoso?
–Varias veces. Viví situaciones realmente incómodas con productores, actores y humoristas. Fueron muy feas pero jamás pasaron a mayores... Entiendo que el poder puede generar eso, y hay gente que juega con la necesidad del otro para tener su propio beneficio, no sólo en este ambiente sino en todos. Abuso de poder. Hoy las mujeres nos animamos a hablar y a denunciar a este tipo de psicópatas y enfermos.
–¿Cómo estás en cuanto al amor?
–En pareja, muy enamorada y súper feliz. No hablo mucho de él porque es de perfil bajo. Estoy muy bien y quiero todo con él: casamiento y muchos bebés. Y entrar al altar con vestido blanco.