El líder del cartel de Sinaloa pasará el resto de sus días recluido en una prisión de máxima seguridad de EE.UU.
Sin sorpresas, la carrera criminal de "El Chapo Guzmán" terminó con la brutal sentencia de cadena perpetua por parte de la justicia de los Estados Unidos.
La mañana de este miércoles, el juez Brian Cogan sentenció a cadena perpetua más 30 años, a Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, por lo que el narcotraficante mexicano de 62 años de edad, deberá cumplir su condena en la temida prisión de ADX Florence, conocida como la "Alcatraz de las Montañas Rocosas" o "Super Max" y considerada la cárcel más segura de Estados Unidos, ya que está diseñada a prueba de fugas.
Fue en la sala 8D de la de la Corte Federal de Brooklyn donde el sinaloense escuchó las palabras más terribles de su vida: ser condenado a vivir hasta el último de sus días en una prisión de ultra máxima seguridad en los Estados Unidos.
Antes de escuchar su sentencia, Joaquín "El Chapo" Guzmán habló por primera vez ante la corte. El criminal mexicano se mostró sin arrepentimiento al momento de hablar ante el juez.
"El juez me ha negado un juicio justo cuando todo el mundo lo estaba viendo", el cual dijo, "estuvo estado manchado por la mala conducta del jurado". Además, volvió a quejarse de las condiciones en las que está recluido al ser víctima de "un trato cruel e inhumano".
Guzmán calificó como "corrupto" al sistema de justicia estadounidense.
Andrea Vélez, quien sobrevivió a un atentado contra su vida ordenado por "El Chapo", dio un conmovedor testimonio del caos en el que se sumió su vida tras el ataque del narcotraficante.
Quien causó gran expectativa a su llegada fue Emma Coronel, la joven esposa de "El Chapo". A su arribo lució cabizbaja, vestida con una blusa blanca, chaleco negro, cabello suelto y lentes oscuros.
Este miércoles fue el último día que pudieron verse, ya que el estricto reglamento de la prisión ADX Florence no permite visitas ni llamadas por teléfono.
La mamá de las gemelas de "El Chapo" simplemente se despidió del acusado con un ademán de adiós. No hubo lágrimas ni lamentos.
Quienes también estuvieron presentes fueron Rosa Isela Guzmán, presunta hija de "El Chapo" llegó junto a una prima, identificada como Dania.
Pero la gran ausente fue su madre, María Consuelo Loera Pérez. No pudo viajar para ver por última vez a su hijo, debido a que las autoridades estadounidenses le negaron la visa humanitaria, argumentando que "nadie que tenga vínculos directos o indirectos con el narcotráfico, podía ser candidato a una visa".