El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia a cargo del Dr. Ricardo Daives, diseño la carrera del servicio penitenciario con perspectiva en derechos humanos.
El personal docente de la carrera se encuentra conformado por personal penitenciario y asesores y funcionarios del Ministerio de Justicia y DDHH, designados por el Dr. Ricardo Daives, garantizando la interdisciplinariedad y la integralidad en la formación; la cátedra de Derecho Penal, a cargo del Dr. Ramiro Santillán, de DDHH a cargo de la Dra. Ana Cecilia Sampaolesi, de Ética a cargo de los Dres. Fernando Rodríguez Leal y Dr. Franco Olivera, de Perspectivas Sociológicas y Contemporáneas a cargo de la TS. Mabel Enriquez, de Psicología Social a cargo de la Lic. Mariela Creado.
De esta manera, se garantiza una constante formación y capacitación, reconociendo y fortaleciendo la profesionalización del servicio.
La Dra. Ana Cecilia Sampaolesi, a cargo de la Cátedra de DDHH expreso: “Cumplir con la función de custodia y guarda no es el único objetivo del personal sino también el respeto y la garantía del efectivo goce de los derechos humanos a las personas privadas de la libertad, o mejor dicho con libertades restringidas. La cátedra de DDHH en la carrera penitenciaria brinda, desde el gobierno de la provincia y desde el Ministerio de Justicia y DDHH, un marco ético a la administración penitenciaria y a todo el personal; marco ético que se traduce en brindar las herramientas necesarias para un trato que respete la dignidad inherente a todos y todas, garantizando la inclusión social de las personas privadas de la libertad, hacia adentro de la institución y con posterioridad a ella”.
Por su parte, el Dr. Franco Olivera, a cargo de la cátedra de Ética Profesional, habló además sobre los objetivos: “Son, por un lado, responder a estándares internacionales, establecidos en la declaración de los derechos humanos, el Pacto de San José de Costa Rica, Convención Contra la Tortura y otros tratos o penas crueles inhumanas y degradantes, su protocolo facultativo, las reglas mínimas de tratamiento de reclusos, Convención para la eliminación de todas las formas de discriminación en contra de la mujer, entre otras, pero también la constante construcción de una sociedad más justa e igualitaria desde los roles que cada santiagueño/a asume”.