Así, la actriz demuestra en Instagram que, a pesar de sus vaivenes, se encuentra en un dulce momento personal.
Han pasado 15 años desde que la película ‘Chicas malas’ sacudiera el universo ‘pop’ y cambiara las reglas del cine adolescente. Desde entonces, la obsesión mediática por Lindsay Lohan no hizo más que incrementar hasta picos casi enfermizos. Por desgracia, cuanto más famosa era, menos lograba despegar profesionalmente. Un trágico curriculum y un súbito descenso a los infiernos que le otorgó el sambenito de ‘party girl’. Pero si la vida le da limones, Lindsay hace limonada.
A principios de año la actriz estrenaba el ‘reality’ en MTV llamado ‘Lindsay Lohan’s Beach Club’, formato en el que se jactaba abiertamente de su fama de fiestera mientras exhibía su faceta empresarial. Por desgracia, parece que la cadena ha decidido no renovar el programa, pero Lindsay no va a quedarse quieta. El martes la intérprete de ‘Tú a Londres y yo a California’ cumplía 33 años, y lejos de celebrarlo de forma discreta optaba por subir una ‘selfie’ en la que posaba como Dios le trajo al mundo.