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Mató a su hijo porque le acabó la torta que recibió por el día del padre

Golpeó al pequeño de 5 años en el estómago y en la cara, luego se fue a beber con amigos. Horas más tarde los servicios de emergencias certificaron su muerte.

29/06/2019

El sujeto estaba molesto al ver que tres de sus cinco hijos se pusieron a comer el postre que había recibido por la fiesta.

Travis Stackhouse, un residente de la ciudad de Milwaukee (Wisconsin, EE.UU.), de 29 años, mató a golpes a su hijo de cinco años por comerse el último trozo del 'cheesecake' que le habían regalado por el Día del Padre. El hombre le propinó puñetazos en el estómago, en la cara y se fue a un bar con amigos.

Su novia y madre del menor volvió a casa más tarde y cuando Stackhouse regresó, ya sobre las 2 de la madrugada del 22 de junio, dijo que algo estaba mal con uno de sus hijos y llamó al servicio de emergencias, pero los especialistas no lograron salvar la vida del pequeño y certificaron su muerte.

En sus primeras declaraciones a la Policía, el hombre afirmó que su hijo se había caído por las escaleras el 21 de junio mientras jugaba con otro niño y que tras esto pareció estar bien, pero más tarde vomitó y se quejó de que le dolía el estómago, recogen medios locales. Sin embargo, los paramédicos determinaron que las lesiones del menor no eran consistentes con esta versión y determinaron que el niño murió de una herida contundente al abdomen.

El menor sufrió un desgarro abdominal, tenía los riñones magullados y una glándula suprarrenal rota. También tenía hematomas en los ojos, un corte en el labio y una laceración en el esternón. Además, el hermano del fallecido, de 6 años, comentó a la Policía que el menor no había sufrido ninguna caída por las escaleras.

Stackhouse confesó haberlo golpeado al menor e indicó a los agentes que estaba molesto al ver que tres de sus cinco hijos estaban comiendo el último trozo de su postre. Durante el interrogatorio no supo decir las fechas de nacimiento de ninguno de los niños, ni pudo deletrear sus nombres. Al parecer, tenía por costumbre darles palizas: recordó que su novia a menudo le pedía que no les pegara tan duro.

El 26 de junio la Fiscalía lo acusó de homicidio culposo en primer grado y fijó su fianza en 100.000 dólares. La audiencia preliminar de su caso tendrá lugar el 5 de julio. En caso de que lo hallen culpable, podría ser condenado a 60 años de prisión.