El tema surgió en medio de una clase en la que se debatía sobre violencia de género, en un colegio secundario de la ciudad cordobesa de Embalse. El profesor fue imputado y separado del cargo, mientras avanza la investigación judicial.
Una clase que abordaba las problemáticas del abuso fue, justo, el disparador en el aula.
“Profe, no se asombre que en este mismo colegio esas cosas pasan”, deslizó una alumna. Y ahí, una a una, varias comenzaron a hablar de lo que habían callado durante al menos tres años.
Diez adolescentes de tercer año –de entre 15 y 16 años de edad– de un colegio de Embalse (Calamuchita, Córdoba), denunciaron haber sido abusadas de forma recurrente por parte de un docente, prácticamente desde que ingresaron a la institución escolar.
“Les tocaba los pechos, la cola, la entrepierna, les apoyaba los genitales cada vez que podía, una vez mi hija le pidió que la dejara de molestar, y le puso un uno como represalia”, contó al diario La Voz una mamá, quien junto al resto de las madres se enteró luego de que se ventilara el caso en esa clase, que no fue una más, el 9 de mayo.
El tema se trasladó a la directora y una mamá lo dejó sentado en un acta en el colegio.
La noticia no tardó en trascender a través de las redes sociales y las radios locales, e impactó en esta localidad, de unos 10 mil habitantes.
Una denuncia no demoró en ser presentada en la Policía y tomó intervención la Fiscalía de Instrucción de Río Tercero, que, entre otras medidas, ordenó la realización de cámaras Gesell en el Polo de la Mujer y en la sede de los Tribunales.
De las 10 alumnas que dijeron haber sido víctimas, siete continuaron adelante con el proceso judicial.
La Justicia les informó que mientras avanza en la causa había librado una orden de restricción en contra del sospechoso, por la que tiene prohibido acercarse a las jóvenes.
Una de las madres reveló que la directora del colegio al principio dudó del testimonio y les pidió pruebas. Todos estaban sorprendidos en el ámbito escolar.
El docente, en tanto, siguió asistiendo a clases unos días más, hasta que desde el Ministerio de Educación lo notificaron que quedaba separado preventivamente del cargo. Las alumnas denunciantes habían decidido no asistir a clases durante esos días.
La mamá consultada sostuvo que su hija había manifestado cambios en su conducta, había tenido signos de autoflagelación y se vestía con ropa más varonil para concurrir al colegio, pero que nunca le había contado lo que estaba pasando. Dijo que desde entonces está medicada, bajo tratamiento y que sufre de depresión. A su vez, destacó el acompañamiento que recibieron de distintas entidades y agrupaciones de mujeres de la zona.
Justicia
La fiscal Andrea Heredia Hidalgo, a cargo de la investigación desde los tribunales de Río Tercero, confirmó que el sospechado está imputado por supuesto abuso sexual agravado. En este caso, según confió una fuente con acceso a la causa, el agravante está relacionado a que tenía a su cargo la educación de las presuntas víctimas.
La denuncia penal se presentó el 12 de mayo en sede judicial. A partir de ahí se ordenó una batería de medidas. Hubo varias sesiones de cámara Gesell y se escucharon numerosos testimonios de alumnos, docentes y padres.
El docente investigado, que no tiene residencia en la localidad de Embalse, designó abogado defensor pero aún no fue indagado. Mientras, se siguen instruyendo varios peritajes que intentan reconstruir los hechos que derivaron en una denuncia penal.
El abogado defensor, Carlos Pajtman, respondió a La Voz que el docente “manifestó su inocencia de los hechos que se le imputan”. El letrado prefirió no hacer más declaraciones, hasta que no se concrete la indagatoria.