Francisco se mostró muy apenado por la imagen que conmocionó al mundo.
El papa quedó profundamente apenado tras ver la foto de un padre y su hija de casi dos años muertos ahogados en el río Bravo y reza por ellos y todos los migrantes que han perdido la vida intentando escapar de la guerra y la miseria.
La imagen que ha dado la vuelta al mundo muestra a Óscar Alberto Martínez Ramírez, de 25 años, y su hija Valeria, de un año y 11 meses, ahogados en una de las orillas del río Bravo cerca de la ciudad mexicana de Matamoros.
La familia procedía de El Salvador y la madre y esposa de los fallecidos, Tania Vanessa Ávalos, explicó a las autoridades que el agua se llevó primero a la niña y fue su padre quien salió en su ayuda, pero ambos fueron llevados por la corriente del río y desaparecieron.
Este miércoles, tras la audiencia general de los miércoles, el papa agradeció a los mexicanos por ser tan “acogedores” con los migrantes, durante el saludo a los fieles en español en la plaza de San Pedro.
Como es habitual, Francisco saludó a los grupos de fieles procedentes de España y Latinoamérica y entre ellos al grupo de peregrinos de Tlalnepantla, acompañados de su arzobispo, José Antonio Fernández Hurtado, y pidió entonces al Espíritu Santo “para que nuestras comunidades sean acogedoras y solidarias, viviendo la liturgia como encuentro con Dios y con los hermanos”.
Y entonces dirigiéndose a los fieles mexicanos dijo: “Yo quiero felicitar a los mexicanos porque son tan acogedores con los migrantes. Que Dios se lo pague”.
La tragedia de los #migrantes continúa
— DW Español (@dw_espanol) 26 de junio de 2019
Una foto que habla por sí sola....un padre salvadoreño y su pequeña hija mueren ahogados al cruzar el río Bravo. El recrudecimiento de la política migratoria mexicana manifiesta su lado más escalofriante. ah pic.twitter.com/W8nhCRRKAd
El 13 de junio, el papa Francisco denunció que millones de migrantes son “víctimas de intereses ocultos” e “instrumentalizados con fines políticos”, en su mensaje publicado este jueves con ocasión de la tercera jornada que dedica la Iglesia católica a los pobres.
En este mensaje, el papa aseguró que “pasan los siglos, pero la condición de ricos y pobres se mantiene inalterada, como si la experiencia de la historia no nos hubiera enseñado nada” y que en las calles de nuestras ciudades crece “el ingente número de pobres que carecen de lo necesario y que en ocasiones son además maltratados y explotados”.
El papa citó entonces a “los millones de migrantes víctimas de intereses ocultos, tan a menudo instrumentalizados con fines políticos, a los que se les niega la solidaridad y la igualdad”.