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Mundo

El Papa lamenta muerte de padre e hija ahogados en el Río Bravo

Francisco se mostró muy apenado por la imagen que conmocionó al mundo.

26/06/2019

El papa quedó profundamente apenado tras ver la foto de un padre y su hija de casi dos años muertos ahogados en el río Bravo y reza por ellos y todos los migrantes que han perdido la vida intentando escapar de la guerra y la miseria.

La imagen que ha dado la vuelta al mundo muestra a Óscar Alberto Martínez Ramírez, de 25 años, y su hija Valeria, de un año y 11 meses, ahogados en una de las orillas del río Bravo cerca de la ciudad mexicana de Matamoros.

La familia procedía de El Salvador y la madre y esposa de los fallecidos, Tania Vanessa Ávalos, explicó a las autoridades que el agua se llevó primero a la niña y fue su padre quien salió en su ayuda, pero ambos fueron llevados por la corriente del río y desaparecieron.

Este miércoles, tras la audiencia general de los miércoles, el papa agradeció a los mexicanos por ser tan “acogedores” con los migrantes, durante el saludo a los fieles en español en la plaza de San Pedro.

Como es habitual, Francisco saludó a los grupos de fieles procedentes de España y Latinoamérica y entre ellos al grupo de peregrinos de Tlalnepantla, acompañados de su arzobispo, José Antonio Fernández Hurtado, y pidió entonces al Espíritu Santo “para que nuestras comunidades sean acogedoras y solidarias, viviendo la liturgia como encuentro con Dios y con los hermanos”.

Y entonces dirigiéndose a los fieles mexicanos dijo: “Yo quiero felicitar a los mexicanos porque son tan acogedores con los migrantes. Que Dios se lo pague”.

El 13 de junio, el papa Francisco denunció que millones de migrantes son “víctimas de intereses ocultos” e “instrumentalizados con fines políticos”, en su mensaje publicado este jueves con ocasión de la tercera jornada que dedica la Iglesia católica a los pobres.

En este mensaje, el papa aseguró que “pasan los siglos, pero la condición de ricos y pobres se mantiene inalterada, como si la experiencia de la historia no nos hubiera enseñado nada” y que en las calles de nuestras ciudades crece “el ingente número de pobres que carecen de lo necesario y que en ocasiones son además maltratados y explotados”.

El papa citó entonces a “los millones de migrantes víctimas de intereses ocultos, tan a menudo instrumentalizados con fines políticos, a los que se les niega la solidaridad y la igualdad”.