La policía fue a intervenir en un hecho de violencia de género y el hombre agredió a los efectivos hasta apuñalar a uno.
Momentos sumamente violentos se vivieron el pasado martes por la noche en la ciudad de Frías, departamento Choya, cuando efectivos de la departamental 7 de policía fueron notificados sobre un hombre que golpeaba salvajemente a su exconcubina.
Cuando el personal policial llegó al lugar, se encontraron con el agresor, quien compartía bebidas alcohólicas junto a un vecino. “Váyanse que aquí, no pasa nada”, fue la advertencia que vociferó un sujeto a los efectivos del área Prevención de la Departamental 7 de Frías, según informa en su portal de facebook el diario “Sólo noticias de Frías”.
El agresor, en evidente estado de ebriedad comenzó a agredir a los policías, insistiendo en que “se vayan de su casa porque no pasaba nada”. Ante la situación, el amigo del atacante lo trasladó a una vivienda lindante para evitar que sea aprehendido, mientras que los efectivos brindaban asistencia a la mujer, víctima de violencia doméstica.
Al cabo de unos minutos, el agresor logró huir de la casa donde se refugiaba, tomó un cuchillo carnicero y regresó a la vivienda de su expareja. Una vez en el lugar, el forcejó con uno de los efectivos a cargo del procedimiento, quien intentó evitar que acuchillara a la mujer.
El agente de Policía sufrió un profundo corte en su mano derecha, por lo que tuvo que fue trasladado de inmediato al hospital Zonal de Frías. Luego de ésto, el agresor fue aprehendido y trasladado a base policial, donde permanece detenido a disposición de la Justicia.
En su relato, la mujer contó que estos hecho de violencia eran habituales cada vez que su expareja ingería bebidas alcohólicas. “Nunca me animé a denunciarlo, porque es muy violento y realmente le tengo miedo de que me pueda matar a mí o a los chicos”, indicó la mujer a los efectivos de la Comisaría Tercera del Menor y la Mujer.
Fue examinada por el médico de Sanidad Policial, quien determinó que presentaba lesiones en el rostro, los brazos y la cabeza, las que serían curables en 10 días.