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País

Nahir Galarza denunció que fue abusada en la cárcel

Nahir denunció en marzo que otra joven la abusó dentro de la cárcel y pidió su traslado. Ahora la Justicia deberá determinar si efectiviza su traslado o no.

21/06/2019

A mediados de marzo, Nahir Galarza denunció que una interna, Ludmila Soto, había abusado sexualmente de ella y por eso pidió que la trasladen de pabellón.

La denuncia fue hecha el 14 de marzo y desde el 5 de junio el fiscal Pablo Zoff avanza en las declaraciones testimoniales de otras internas del pabellón, que definirán la credibilidad de Nahir.

Y entre todas las citadas a declarar, hay dos conocidas presidiarias: Yanina Soledad Lescano y Griselda Noemí Bordeira. Yanina es la madrastra de Nahiara, la niña paranaense de dos años torturada y asesinada en un complejo contexto de la comunidad gitana; en tanto, Griselda Bordeira es la ex funcionaria municipal implicada en la Causa Celis-Varisco.

Ambos testimonios forman parte de la lista que el fiscal cuenta para conocer detalles de lo que habría sucedido en el mismo pabellón de la cárcel de mujeres de Paraná. La Justicia intenta reunir pruebas para saber si la acusación de Nahir contra Ludmila Soto por supuestos abusos sexuales es verídica y, en ese caso, efectivizarían su traslado.

Me llevo bien con todas. En mi pabellón por ahí hay problemas de convivencia, pero son normales", contó Nahir Galarza en una declaración televisiva en marzo. Luego contó que pidió que la cambiaran de pabellón, por una compañera que "es lesbiana, es funcionaria, policía".

"Durante mucho tiempo estuvo atrás mío, se me tiraba. Al principio yo pensé que estábamos jodiendo porque teníamos una muy buena relación de amigas, hacíamos todo juntas. Estamos en el mismo pabellón. Después ella se empezó a confundir y yo le aclaré que estaba todo bien, me encantaba ser su amiga, pero que a mí me gustan los chicos. Entonces se enojó y se cortó la relación".

"Yo le pedí a la directora si me podía cambiar a un pabellón común, porque además en el de Seguridad estamos 22 horas encerradas y tenemos solo dos horas para salir al patio, a la siesta. Le pedí ver la posibilidad de que me cambiaran y estoy esperando a ver qué me contesta", señaló.