La Guardia Revolucionaria denunció que estaba en territorio iraní, y que la reacción fue “un mensaje decisivo y claro” a Washington.
La tensión entre Washington y Teherán volvió a escalar este jueves luego del derribo de un avión no tripulado estadounidense por parte de los Guardianes de la Revolución iraníes, cerca del estrecho de Ormuz, donde se registraron varios incidentes en el último mes que hicieron sonar tambores de guerra en el Golfo.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró poco después, en un mensaje en Twitter, que Irán "cometió un error muy grande" con el derribo del drone.
El drone, dedicado a operaciones de espionaje, según informó este cuerpo militar de élite de la República islámica, entró en el espacio aéreo iraní en las primeras horas de este jueves, sobrevolando la región de Koohe Mobarak, en la provincia meridional de Hormozgan. El Pentágono confirmó el derribo del drone pero aseguró que se encontraba "en el espacio aéreo internacional".
"Las informaciones iraníes según las cuales el aparato sobrevolaba Irán son falsas", afirmó en un comunicado el capitán Bill Urban, portavoz del Mando Central de las Fuerzas Armadas de EE.UU. (CentCom), responsable de las operaciones en Oriente Medio.