Dos de los agentes fueron acusados de homicidio preterintencional. Los cinco por incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Bibliotecaria de dos colegios, María de los Angeles París murió en una comisaría de Rosario cuando tenía 45 años. Dos años después del episodio ocurrido el 3 de mayo de 2017, cinco policías fueron imputados por la Justicia de Rosario. Dos de los agentes fueron acusados de cometer homicidio preterintencional. Los cinco por incumplimiento de los deberes de funcionario público.
La fiscalía concluyó que a la víctima la tomaron de los cabellos, la sujetaron del cuello y la inmovilizaron. La esposaron y la arrojaron al suelo. Esa mecánica provocó lesiones que, sumadas a la negligencia para requerir ayuda médica, provocaron la muerte de la mujer.
El juez José Luis Suárez aceptó la calificación planteada por la fiscal de Violencia Institucional, Karina Bartocci, entendiendo que la acción de los policías contribuyó al resultado final, aunque no tuvieran intención de provocar la muerte.
La querella pretendía que se calificara el episodio como torturas seguidas de muerte con privación ilegítima de la libertad, lo que tiene una pena en expectativa de prisión perpetua.
“Supuestamente no tuvieron intenciones de matarla. Nosotros planteamos que hubo tormento, seguido de muerte. La policía está entrenada y sabe cómo golpear. Es imposible que se les haya ido la mano”, opinó tras la audiencia Claudio Paris, hermano de la víctima.
En el relato presentado durante la audiencia imputativa se planteó que la mujer se movilizaban en los alrededores de la comisaría, que ingresó por primera vez solicitando asistencia médica y se retiró a una sala velatoria ubicada enfrente. Que repitió esos movimientos y que luego intentó trepar la reja de un domicilio y subirse a un automóvil. Allí fue llevada por un patrullero y cuando estaba sentada en el tapial de la seccional volvió a retirarse.
Tras eso fue perseguida y abordada por el comisario Silvio Cortés, quien la tomó del cabello y del cuello y, junto con la agente Susana Domínguez, la esposaron y la inmovilizaron en el piso. Estos dos policías son los más comprometidos con la muerte de la bibliotecaria.
Los agentes Andrea Alovatti, Silvina Gianotti y Damián Zalazar observaron toda la situación y “omitieron solicitar asistencia médica oportuna”. El primer llamado al Sistema Integrado de Emergencia Sanitaria (SIES) se produjo a las 22.10. Se estima que la mujer fue inmovilizada, golpeada y esposada alrededor de las 21.45. Cuando los médicos llegaron París estaba esposada y muerta.
La familia de la bibliotecaria denunció desde un primer momento que su muerte fue consecuencia del maltrato policial, que la golpearon antes de su deceso. Los agentes plantearon que ingresó en la dependencia con un “brote psicótico”, que tuvo un altercado con los agentes y que luego de ser esposada se descompensó.