El femicidio se registró en las últimas horas del viernes en la localidad bonaerense de Zárate. La hija de 16 años los encontró a ambos baleados en una habitación.
Un hombre mató en la noche del viernes a su esposa de un balazo en la cabeza en la localidad bonaerense de Zárate y luego se quitó la vida de un disparo en la sien.
El hecho fue descubierto por la hija adolescente de ambos cuando llegó a su casa, ubicada sobre la calle Pacheco al 1800, en dicha localidad del norte de la provincia de Buenos Aires.
Voceros policiales informaron que la chica, de 16 años, llamó al 911 luego de encontrar a sus padres baleados en una habitación.
Al llegar los efectivos de la comisaría 1ra. De Zárate a la vivienda, encontraron a los padres de la adolescente, identificados como Betina Silvina Mancini (38) y Gabriel Alejandro Ortigoza (40), quienes se encontraban ambos tirados con heridas a la altura de la sien pero con signos vitales, y con una pistola entre medio de ellos.
Ambos fueron trasladados de inmediato al hospital de Zárate pero a las 17.40 la mujer, que trabajaba como peluquera, murió a raíz de la gravedad del disparo de arma de fuego recibido.
Fuentes policiales informaron que Mancini tenía un orificio de entrada a la altura de la sien, sin orificio de salida.
Por su parte, Ortigoza, quien se desempeñaba laboralmente en una cabina de peaje, había sido internado en estado crítico y murió por la mañana, con la misma herida en la cabeza y el mismo recorrido de la bala, también alojada en su cabeza.
En tanto, en la vivienda personal de la Policía Científica secuestró una pistola calibre .32 Selmi, con un cargador colocado con cuatro cartuchos intactos, otro alojado en la recámara y dos vainas servidas.
De acuerdo a las fuentes, en la casa no había desorden y la única que ingresó a la misma fue la hija del matrimonio -quien aclaró que la puerta de calle se encontraba cerrada con llave-, por lo que se descartó que el hecho se hubiera tratado de un robo.
Posteriormente, en el auto de Ortigoza fue encontrada una carta escrita a mano, al parecer dirigida a sus hijos, que decía: “Yo sé que nunca van a perdonarme, pero quiero que ustedes digan todo, como eran las cosas. Siempre los voy a amar”.
Voceros policiales informaron que la pareja tenía además otro hijo de 15 años, y que el posible detonante del femicidio fue que la víctima le había pedido el divorcio a su marido.
Intervino en la investigación el fiscal Alberto Gutierres, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 del Departamento Judicial de Zárate-Campana, que caratuló la causa como homicidio seguido de suicidio.