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Mundo

Rusia: difunden informe preliminar sobre la tragedia aérea

Murieron 41 personas. El avión registró un incendio en los motores tras aterrizar de emergencia en Sheremétievo poco después de despegar.

15/06/2019

El Comité Interestatal de Aviación de Rusia ha publicado un informe preliminar de la investigación sobre el accidente del Sukhoi Superjet 100 en el aeropuerto Sheremétievo de Moscú que el pasado 5 de mayo se cobró la vida de 41 personas tras un incendio en los motores producido por un impacto contra la pista que dejó en llamas toda la parte trasera de la aeronave.

Del documento se desprende que a las 15:08 de ese día se registró un efecto sonoro en la aeronave: en ese momento, un rayo golpeó el avión, después de lo cual el piloto automático se apagó y se cambió al modo directo.

Los expertos también determinaron que la tripulación inició la maniobra de aterrizaje a pesar de que los sistemas de alarma del aparato avisaron de manera automática sobre la necesidad de dar una segunda vuelta. Tras el impacto del rayo, los registradores de vuelo del avión funcionaron de manera indebida durante 15 segundos.

El comandante del avión siniestrado estimaba la situación como normal pese a los problemas con sistemas de comunicación y la pérdida del control automático, y a las 15:12 (hora local) le comunicó al auxiliar de vuelo superior que la aeronave iba a volver al aeropuerto de partida, afirmando que no se trataba de ninguna emergencia.

Lo mismo repitió al controlador de vuelo que le dio instrucciones de bajar hasta los 900 metros y dar una vuelta, cuando este le preguntó si necesitaba ayuda en algo: "No, por ahora todo es normal". El controlador de vuelo dio permiso para el aterrizaje, pero avisó que tenían que pilotar suavemente y mantener el equilibrio de manera manual.

El Comité Interestatal de Aviación no concluye que los errores de los pilotos causaron la tragedia, pero menciona en su informe la concurrencia de determinadas "peculiaridades de pilotaje". Así, a las 15:17 el copiloto reportó que no estaban preparados para hacer el giro necesario para aterrizar y el controlador dijo que tomaran un curso de 360 grados a la derecha. Cuando el avión se encontraba a una altura de 600 metros, no logró mantener la altitud con la precisión necesaria para la maniobra. Con una inclinación de 40 grados, la desviación de altitud superó los 60 metros, lo cual activó las alarmas en varias ocasiones.

También se precisa que la masa del avión, que sumaba 42.600 kilos, superaba en 1.600 kilos la masa máxima permitida para realizar el aterrizaje, por lo que la tripulación desactivó la toma de aire para el sistema de aire acondicionado de los motores izquierdo y derecho con el objetivo de obtener la máxima fuerza de tracción posible por si necesitaban realizar una segunda vuelta.

Durante el aterrizaje, la aeronave se dio tres golpes contra la pista, después de lo cual se rompió parcialmente el tren de aterrizaje, causando la posterior destrucción del aparato, derramamiento de combustible e incendio. Los expertos detallan que, después del segundo golpe, los pilotos pusieron las palancas de mando del motor y la palanca de mando lateral en posiciones que pueden indicar un intento de dar una segunda vuelta.

Los motores dejaron de funcionar un minuto después de que el SSJ-100 se detuviera por completo en la pista a las 15:30. La comisión que investiga la catástrofe no ve necesidad en emitir recomendaciones adicionales sobre un aumento de la seguridad de los vuelos en esta etapa de la pesquisa.