Comenzó como un troyano y evolucionó hasta convertirse en un virus preinstalado en el dispositivo, incluso antes de que el usuario lo compre.
Los piratas informáticos aprendieron a infectar los dispositivos Android incluso antes de que estos abandonen las instalaciones donde son producidos, según consta en un artículo publicado el pasado jueves en el blog de noticias sobre seguridad informática de Google.
La vulnerabilidad, que fue descubierta en marzo de 2016 por expertos de la compañía rusa Kaspersky Lab, pertenecía a la familia de virus informáticos conocidos como Triada. Se trata de un tipo de troyanos utilizados para enviar SPAM y mostrar publicidad no deseada en los teléfonos.
Tras una actualización de seguridad que eliminó estos programas maliciosos a mediados de 2017, Triada evolucionó para encontrar una nueva manera de infectar los dispositivos.
Sus autores aprovecharon el hecho de que los fabricantes —incluyendo a las grandes compañías— muchas veces no tienen capacidad para desarrollar todas las funcionalidades integradas en el sistema del dispositivo, por lo cual incorporan códigos escritos por compañías externas.
Y es allí donde los piratas informáticos enfocaron sus esfuerzos, insertando sus propios códigos maliciosos en los productos de software proporcionados por las terceras partes, explica el portal The Verge.
El gigante informático no especificó cómo los 'hackers' engañaban a los desarrolladores para insertar sus propios códigos ni tampoco los modelos exactos que fueron blanco de los ataques. Aunque sí precisó que desde entonces los fabricantes cuentan con herramientas de Google que permiten escanear los aparatos y detectar este tipo de amenazas.