Miles de personas llegaron al centro de la ciudad para festejar el ascenso a la máxima categoría del fútbol argentino.
Minutos después que Alfredo Ramírez convirtiera su penal, miles de fanáticos comenzaron a llegar a la Plaza Libertad, punto neurálgico de la ciudad y lugar obligado de los hinchas para festejar cualquier logro deportivo.
Los hinchas ferroviarios, con banderas, pirotecnia, camisetas y cánticos, coparon el centro de la Madre de Ciudades. No faltaron los abrazos, las lágrimas y las dedicatorias a los eternos rivales.