La leyenda norteamericana del tenis hizo una férrea defensa del santiagueño por denunciar las mafias que arreglan partidos.
El ex número uno del mundo destino su segmento “El comisionado del tenis”, que protagoniza para la cadena Eurosport, a elogiar la actitud de Trungelliti, a quien calificó como “un Jesús con el pelo rizado que comió demasiadas hamburguesas", además de "un hombre honrado, que dijo la verdad e hizo lo correcto”, pero al mismo tiempo como “un hombre destrozado”.
El estadounidense recordó la participación del argentino en Roland Garros 2018. En aquella ocasión y luego de haber perdido en la qualy, el jugador regresó manejando desde Barcelona hasta París para inscribirse y acceder como lucky loser (en reemplazo de Nick Kyrgios) al torneo, en el que derrotó en la primera ronda al australiano Bernard Tomic antes de caer con el italiano Marco Cecchinato. En aquel momento, su historia recorrió el mundo.
“En 12 meses, la sonrisa contagiosa de Marco ha desaparecido”, aseguró McEnroe. “Ahora es un hombre destrozado, condenado al ostracismo por sus iguales y acosado en los medios de comunicación”, añadió.
Big Mac cargó duramente contra el ucraniano Sergiy Stakhovsky, miembro del Consejo de Jugadores de la ATP, quien en abril acusó de "soplón" a Trungelliti a través de su cuenta de Twitter, aunque luego se retractó tras ser cruzado por el argentino.
“¿Estamos en una película de mafiosos? ¿En el mundo del tenis sos buchón si denunciás corrupción? ¡Callate la puta boca, Sergiy! ¡Vos y tu puto Consejo de la ATP deberían levantar una estatua en honor a Marco!”, le recomendó, a los gritos.
El ganador de siete torneos de Grand Slam aseguró que luego de que su denuncia derivara en junio pasado en la suspensión de algunos colegas, entre ellos los argentinos Federico Coria, Nicolás Kicker y Patricio Heras, el santiagueño “fue vilipendiado y tildado de buchón” y “fue insultado tanto en las redes sociales que ya no se anima a jugar en América del Sur”.
El estadounidense cuestionó la falta de apoyo de los sus colegas a Trungelliti, quien “es el único que tiene la valentía necesaria para hablar de esta plaga que está destrozando nuestro deporte poco a poco”.
En junio de 2015, el santiagueño, quien actualmente ocupa el 139° puesto en el ranking mundial, recibió una oferta para incorporarse a una trama de jugadores que arreglaban resultados de partidos a cambio de dinero. Las cifras que le ofrecieron fueron entre 2.000 y 3.000 dólares por encuentro de Future, entre 5.000 y 10.000 en Challengers y entre 50.000 y 100.000 por duelos del circuito ATP.