Se habría avanzado en secreto para evitar mayores vaivenes económicos.
A mediados de abril, en Washington, Nicolás Dujovne y Paulo Guedes se reunieron en secreto para analizar la posibilidad de crear una moneda común que represente a la Argentina y Brasil. Los dos ministros de Economía regresaron a sus despachos, consideraron cómo se podría encarar este complicado asunto financiero y explicaron los pro y los contras a los presidentes Mauricio Macri y Jair Bolsonaro.
De acuerdo a lo publicado por Infobae, Macri y Bolsonaro hablaron por teléfono sobre este asunto y decidieron avanzar en secreto para evitar los vaivenes financieros causados por la inestabilidad que podría producir una filtración de esta noticia en los mercados internacionales.
Este jueves a la tarde, durante un encuentro con empresarios argentinos y brasileños, Bolsonaro y Guedes revelaron la información que hasta ese momento era un secreto de estado para los gobiernos de Argentina y Brasil.
El proyecto incluye un Banco Central binacional. Se invitará a Paraguay y Uruguay, que también son socios del Mercosur.
Proceso largo
La hipótesis de una convergencia macroeconómica significaría que la Argentina y Brasil –y eventualmente Uruguay y Paraguay- deberían acordar que los de menores niveles de PBI per cápita tiendan a crecer en forma más rápida que aquellos con mayores niveles de generación de riqueza por habitante.
En los gobiernos de Macri y Bolsonaro entienden que una convergencia no será sencilla. Y en tándem señalan que el Mercado Común del Sur es un proceso de integración regional fundado en 1991 que en sus 28 años de vida no ha logrado un nivel de madurez como para salir a negociar con el mundo como bloque, para que se fortalezcan sus integrantes.
El ejemplo del euro
La Unión Europea (UE) empezó a tomar forma el 1 de noviembre de 1993 con la entrada en vigor del Tratado de la Unión Europea (TUE). Y luego se fue dando un lento pero constante proceso de maduración política y convergencia institucional como comunidad internacional con parámetros de gobernanza entre los Estados integrantes, con las monedas y billetes entrando en circulación recién el 1 de enero de 2002, en principio en doce países.