A seis meses de recibirse de periodista, la modelo brilla como columnista de América Noticias e Infama. Y sorprende contando que trabaja en la tele desde los seis años, que fue bicampeona nacional de gimnasia artística y que busca un hombre “que se banque mi independencia”.
"Trabajo en la tele desde los seis años: mi mamá tenía un programa infantil en Tandil, llamado Chiquirisas. Yo hacía de maga y tenía un segmento de cocina", cuenta Sofía Macaggi (30), la rubia de Multitalent Agency que saltó a la fama nacional por su participación en el Bailando (en las ediciones 2011, 2012, 2014 y 2015) y que hoy brilla como columnista de América Noticias e Infama Recargado.
Hija de Cecilia Corán, ex maestra jardinera que hoy conduce el magazine del mediodía de Tandil, y de Alberto Macaggi, contador de una empresa de transporte, Sofi recuerda que tanto su infancia como su adolescencia estuvieron colmadas de deportes.
"Desde los cinco hasta los doce practiqué gimnasia artística de competición. Amaba tanto lo que hacía que para los diez ya había sido campeona nacional dos veces. Eso sí, sufrí una lesión bastante jodida: me caí haciendo un flic-flac y se me dio vuelta la curva de la cervical. Tuve que usar un cuello ortopédico durante un año y medio. Pero volví y clasifiqué con dos amigas para el Mundial de Japón, compitiendo en trío. Obviamente no fuimos, porque era carísimo, pero seguí practicando gimnasia artística hasta que egresé del colegio y me di cuenta de que no podía vivir de eso".
–¿En ese momento elegiste una carrera universitaria?
–Sí. Ingresé a Económicas, pero en primer año me di cuenta de que no me veía trabajando de eso y decidí unir dos cosas que siempre me habían gustado: el deporte y el arte… ¡así que arranqué a bailar!
–Una senda que te llevó a vivir en Capital…
–Totalmente. Me mudé a los dieciocho años, sin saber ni tomar el colectivo, y arranqué la carrera de danza. Tres años más tarde, y sin contactos, quedé en mi primera obra de teatro con El Negro Álvarez. Seguí trabajando hasta que se me dio la posibilidad de hacer ShowMatch en 2011. Con el paso de los Bailando y la locura que significan empecé a desfilar y hacer notas en los backs, hasta que decidí anotarme en TEA para estudiar Periodismo.
–Hoy sos una de las promesas de América. ¿Cómo arrancaste en el canal?
–De una manera muy curiosa: fue en un lugar de bronceado (ríe). La cosa fue así: yo estaba ahí, Pía Shaw también, y pensé: "Ésta es mi oportunidad". Me acerqué para decirle que me encantaría que me probara. Y ella hizo que me llamaran para hablar de una fiesta en Infama sólo por un día. Pero por suerte les gustó lo que hice y me convocaron para un reemplazo, que se convirtió en un verano, y después en un año. Luego surgieron Secretos verdaderos y los noticieros.
–En América Noticias te ocupás de la sección Espectáculos. ¿Te gustaría hacer policiales?
–¡Ay, sí! Me encantaría. Es más: veo mil series policiales en Netflix. Pero la veta que encontré me gusta, y el equipo más. ¡Son todos tan prestigiosos! A veces me hacen sentir muy pichona.
–Trabajás de lunes a lunes. ¿Cómo se llevan tus horarios con tener novio?
–¡Estoy sola! (ríe) Pero si llega el hombre indicado, tendría tiempo.
–Hasta ahora tus elecciones fueron muy variadas (Alex Caniggia y el abogado Marcelo Trimarchi).
–Puede ser, pero fui madurando y cambiando. Hoy me gustaría encontrar un compañero que me divierta y se banque mi independencia, porque me pasó que les choque no controlarme. Y si bien en su momento no supe responder, hoy no es negociable: tengo más seguridad en mí.
–¿Qué la provocó?
–Terapia. Mi terapeuta me dio mucha seguridad ante la exposición y ante lo que me dicen los de afuera. Hoy hago lo que se me canta y me muestro como quiero, porque no me importa lo que piensen los demás. Igual, me corrí del foco al salir del Bailando y convertirme en periodista.
–De todos modos, cada tanto te caen bombas, como la que tiró Yanina Latorre en Twitter cuando te acusó de ser amante de Antonio Laje.
–Sí, y no me gustó ni un poco, porque yo no me meto con nadie. No doy opinión, doy información, y esa vez contesté porque había sido la segunda cosa innecesaria que decía de mí. No sé si la inventó o la escuchó, pero que diga que estoy en un trabajo por salir con alguien no estuvo bien, porque yo la remé desde muy abajo.
"Soy tenaz, enérgica, trabajadora, sensible, alegre, familiera y caprichosa", se define la taurina, que vive desde hace cinco años en el barrio de Belgrano y siempre recuerda una frase que le mencionó Moria Casán: "Me dijo: 'Hasta que no seas una mega diva, mantené un sello personal'. Y eso hago. Por más que en las redes sociales hayan bardeado mis dientes separados, yo jamás los juntaría porque son mi marca y me encantan".
–¿Querés ser una diva?
–Sí, ya lo soy, porque me encanta estar espléndida. Igual en el barrio vivo a cara lavada y charlando con cualquiera en la verdulería. ¡Eso lo saqué de mi abuela Susy! Digamos que las dos cosas conviven en mí: los momentos de diva y los caseros, en los que soy igual a todas las chicas de treinta años que viven solas y laburan. Tengo el mix justo.
–¿Con qué soñás laboralmente?
–Quisiera conducir un mega show con mucho despliegue: que se abran las pantallas, que salga yo espléndida rodeada de bailarines, tener entrevistados y también periodistas súper formados, con los que tratemos temas de actualidad.
–¿Un programa como el de Susana Giménez?
–Claro, pero con un lado más periodístico y menos lúdico. So-So-Sofía (canta). Quizás no es muy creativo, pero si alguien me está leyendo… que sepa que me encantaría.