El Mercedes pasó de 469 a 550 CV. Al salir de fábrica cuesta unos 100 mil euros, pero con las mejoras que ostentaba llegó a los 150 mil.
José Antonio Reyes era un apasionado de los coches deportivos. Su afición a los bólidos de alta cilindrada la paseó por todas las ciudades donde estuvo jugando, y de hecho en su etapa en Londres como futbolista del Arsenal se tuvo que dejar varios aparcados en el Emirates porque no le cabían en su casa... y se compró otros tantos.
El coche que conducía al momento de perder la vida es una buena muestra de que no le gustaba ponerse al volante de cualquier coche.
Su muerte se produjo al volante de un exclusivo Mercedes S550, que nació con un nada humilde objetivo: ser el mejor automóvil del mundo. Este coche está en el podio del conocido como segmento F, el centrado en berlinas de lujo y representación.
Mercedes planteó la renovación de su clase S con el objetivo de pelear por el mercado más exclusivo con otros como el Audi A8, BMW Serie 7 y 9, y el Lexus LS.
De serie viene con un motor de ocho cilindros, inyección directa biturbo y potencia de 469 CV, capaz de pasar de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos, sobre una caja de cambios automática de 9 velocidades.
El precio de base supera los 99.000 euros. Si este coche ya está al alcance de muy pocos, Reyes no se conformó con eso. Por eso se hizo con su coche a través de Brabus, un preparador especializado en superdeportivos de la casa alemana y que da un toque más de exclusividad a algunos modelos. Así, de un Mercedes S550 pasó a un Mercedes Brabus S550, cuyas modificaciones básicas son algunos detalles en la carrocería, una mayor deportividad en los desarrollos del motor, suspensiones modulares y un extra de potencia: de 469 CV pasa a los 550 CV y una velocidad punta 250 km/h. También en el exterior se ven cambios: techo panorámico, asientos y tapicerías exclusivas de Brabus, neumáticos de 21'' de perfil bajo y llantas de aleación exclusivas.
Este 'tuneo' aumenta el precio de esos casi 100.000 euros iniciales a más de 120.000 en su versión más básica o casi 150.000 euros para el que apueste por todo.