Lejos de obsesionarse con la imagen y la estética, la actriz y panelista de Todas las tardes disfruta del trabajo, los proyectos, de la vida junto a su hija y de salir a comer.
Hay cambios que empiezan de adentro hacia fuera, y otros que se dan a la inversa. En el caso de esta mujer no se sabe cuál se dio primero, pero, sin dudas, atraviesa un presente donde se la ve muy bien por fuera y por dentro, en lo profesional y en lo personal. Lejos de estar en pareja, la rosarina, ex de Matías Alé y de Ricardo Centurión, prioriza en su vida el trabajo y, por supuesto, a su hija Renata (10), con quien comparte el mayor tiempo.
“Estoy muy feliz trabajando de panelista, me divierte y me gusta. Hice modelaje, conducción, teatro, pero por este lado nunca había estado. Hace un año que estoy contenta en Canal 9, en Todas las tardes. A la noche también estoy en el Canal de la Ciudad con Cuatro caras bonitas, en un programa súper divertido. ¡Con compañeros excepcionales!”, arranca Tamara Bella (29) quien inesperadamente dio un giro en su carrera y dejó atrás los romances y escándalos mediáticos para demostrar que es mucho más que una cara bonita.
–¿El cambio de look tiene que ver con un cambio interno?
–Con respecto al cambio, al corte de pelo, necesitaba una modificación, y me parece que cambiar está bueno. Reacomodarse; todo cambio es productivo, positivo y evolutivo. En mi caso me agarró con el pelo, y aprovecho esta edad para viendo si me gusta, porque además el pelo crece. Está bueno verse diferente. Probando me di cuenta de que me gustaba más el pelo corto, y a todos les gustó. Soy fanática de Marilyn Monroe, Charlize Theron, y mujeres que marcaron un antes y un después y son rubias con pelo corto. Me animé, como ellas.
–¿Son unidas con tu hija?
–Renata sigue mis pasos, pero en realidad ella baila en la escuela de Flavio Mendoza. Le empezó a agarrar el gustito a desfilar, sacarse fotos, abrió un desfile, empieza ensayo para obra de teatro que va a hacer en septiembre. Somos amigas, nos llevamos pocos años, porque la tuve de muy chica. Gracias a Dios me salió buena, inteligente, no me da trabajo, me ayuda en todo. Soy feliz con ella y vamos a la par. Es mi motor.
–Entre tanto trabajo y ocupaciones como madre, ¿hay tiempo para el amor?
–Con respecto a conocer a alguien dejo que todo fluya. Cuando la conocen a mi hija terminan más enganchados con ella que conmigo, por lo amorosa que es. No salgo mucho y prefiero quedarme con mi hija.
–¿Cómo quedó la relación con Matías Alé?
–Con Matías seguimos siendo muy buenos amigos. Nos queremos un montón. Siempre le voy a desear lo mejor, seguimos hablando muy seguido.
–En tus posteos se te ve comiendo golosinas, pizza y comida chatarra.
–¡No me cuido! Dicen que somos lo que comemos, así que soy una delicia porque siempre como delicias y amo la comida chatarra, lo dulce, los helados. Nunca me cuidé ni hice dieta. Me encantaría comer sano o verduras, pero no.
UN MAL PARTIDO. Luego de que se dio a conocer su fugaz romance con el futbolista Ricardo Centurión, Tamara aclaró: “Salimos a tomar algo. No es un candidato factible, no comparto su estilo de vida. No me gusta salir, la joda, la noche ni el alcohol. No podría ser su novia por eso”.