Al comienzo de la investigación, el hombre compartió la imagen de un policía apuntando al Fiat 147. Desde el trabajo le dijeron que podía volver este lunes, pero todavía no fue reincorporado.
Un empleado del Centro de Monitoreo de San Miguel del Monte se transformó en un personaje clave en la investigación de la persecución policial en la que murieron cuatro jóvenes, tras chocar contra el acoplado de un camión estacionado sobre la ruta 3. El joven vio en su pantalla el video de una patrulla persiguiendo a los tiros un Fiat 147 y no dudó en viralizarla. Sin embargo, esta acción le trajo problemas con sus superiores y no puede volver a su trabajo desde entonces.
El martes pasado, el mismo día en que se conocieron las imágenes que registraron un tramo de la Colectora 9 de Julio, el empleado recibió un comunicado por parte del municipio en el que le dijeron que no tenía que volver a su trabajo. Con el correr de las horas, el joven cumplió y el caso repercutió en todos los medios. Fue en ese momento cuando sus empleadores le dieron un mensaje totalmente distinto: "Volvé el lunes".
El hombre se presentó al trabajo al comienzo de esta semana, pero recibió una nueva excusa. En esta oportunidad le dijeron que podía regresar recién el martes. Según se supo, todas las comunicaciones que mantuvo el denunciante con sus superiores fueron documentadas y las presentó ante la Justicia.
En este mismo sector de la comuna bonaerense trabajaba el secretario de Seguridad del municipio Claudio Martínez, que fue detenido el domingo junto a otros cuatro policías. Los investigadores sospechan que el funcionario habría manipulado los videos de las cámaras de seguridad con el objetivo de encubrir a los oficiales que participaron de la persecución.
El hecho
El lunes por la madrugada, el Fiat 147 en el que viajaban Aníbal Suárez (22 años), Gonzalo Domínguez (14), Danilo Sansone (13), Camila López (13) y Rocío Guagliarello (13) se estrelló contra un camión con acoplado estacionado sobre la Ruta 3 mientras eran perseguidos por un patrullero y atacados a balazos.
El auto se partió en dos y sus pedazos quedaron desparramados a lo largo de unos 80 metros. Solamente sobrevivió Rocío, quien permanece en grave estado en un hospital de Florencio Varela.