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País

Se negaron a declarar los policías detenidos por los crímenes de San Miguel del Monte

Siete de los ocho funcionarios policiales no quisieron declarar ante el fiscal por los asesinatos de los cuatro jóvenes.

26/05/2019

Siete de los ocho policías que fueron detenidos por la muerte de cuatro jóvenes luego de una persecución en la localidad bonaerense de San Miguel del Monte se negaron a declarar ante el fiscal de Cañuelas Lisandro Damonte y continuarán presos, informaron esta noche fuentes judiciales.

El capitán Rubén García y los oficiales Leonardo Ecilape, Manuel Monreal y Mariano Ibañez se presentaron ante el fiscal Lisandro Damonte en calidad de acusados de homicidio agravado, tal cual estableció ayer en su resolución la jueza Marcela Inés Garmendia.

 Por otra parte, los efectivos Cristian Righero, José Domínguez, Juan Gutiérrez y Melina Bianco, también policías que cumplían labores en la comisaría de Monte, lo hicieron tras haber sido imputados por los delitos de falsedad ideológica y encubrimiento agravado. De todos ellos, solo Melina Blanco prestó declaración indagatoria, al tiempo que el resto se negó a hablar con el fiscal.

El hecho comenzó a trascender a partir de un llamado al 911 de un vecino que dijo haber escuchado ruidos similares de disparos de armas de fuego durante la madrugada del lunes pasado. Efectivamente, las detonaciones eran tiros que salieron de armas de los policías detenidos en medio de una persecución al Fiat 147 blanco en el que viajaban los fallecidos Gonzalo Domínguez (14), Camila López (13), Danilo Sansone (13) y Aníbal Suárez (22), además de Rocío Guagliarello (13), quien quedó herida y pelea por su vida luego del choque del auto contra un camión estacionado en la Colectora 9 de Julio que desemboca en la Ruta 3, a la altura del kilómetro 111 de la ciudad bonaerense.

Siete de los policías fueron detenidos durante la jornada del jueves, mientras que la oficial Bianco se entregó ayer viernes. Una imagen de la persecución que trascendió fue clave para el arresto y para elevar el tono de reclamo de todo el pueblo: en ella se observa a un oficial asomarse por la ventanilla de la camioneta de la policía y apuntar hacia el Fiat 147.

En principio desde el seno de la comisaría de Monte deslizaron la versión de que ese agente estaba iluminando con linternas la patente del auto. También circuló la información de que los efectivos que participaron en la persecución habían entregado sus cargadores completos.

Sin embargo, las contradicciones en sus relatos ante la división Asuntos Internos sembraron la duda de los investigadores. Las pruebas en su contra se acrecentaron cuando el jueves por la mañana, el fiscal general de La Plata, Héctor Bogliolo, notificó que una de las víctimas tenía una bala en sus glúteos.

A partir de las pericias balísticas y la autopsia que realizaron en el ámbito de la policía judicial del ministerio público, posteriormente detectaron la titularidad de uso del arma desde la cual se disparó ese proyectil. La bala salió desde la pistola reglamentaria de uno de los detenidos. El dato confirmó que la policía había disparado contra el Fiat 147.

Por las circunstancias, por el accionar y por las maniobras realizadas para encubrir lo que había sucedido, el Ministerio de Seguridad separó a otros siete oficiales, además de los ya detenidos. En total, son 15 los desplazados.

Mientras continúa la investigación, el pueblo no sale de la conmoción y el dolor por la muerte de los jóvenes. Los cuatro menores eran amigos, se conocían porque compartían clases en la Escuela Media de San Miguel del Monte y, de acuerdo con lo que contaron sus familiares, solían juntarse en la zona de la costanera en su tiempo libre para rapear y andar en skate. El mismo jueves, familiares, amigos y vecinos marcharon pidiendo justicia.