Estados Unidos presentó nuevos cargos, entre ellos uno por espionaje. Sobre Assange ya pesaba una acusación por conspiración para infiltrarse en ordenadores gubernamentales.
Según el diario The Washington Post, los nuevos cargos fueron presentados por un gran jurado del estado de Virginia, que le acusa ahora además de espionaje y de publicación de documentos altamente clasificados, lo que podría suponerle una condena de hasta 170 años.
La Fiscalía sostiene que Assange pudo cometer un acto de espionaje al colaborar con agentes de inteligencia para obtener y distribuir información secreta, una conducta que la defensa del acusado ha justificado en reiteradas ocasiones alegando que es parte de su labor periodística.
"Julian Assange no es un periodista. Nuestro departamento se toma en serio el papel de los periodistas en nuestra democracia", declaró el secretario adjunto del fiscal general estadounidense, John Demers, en un comunicado, informó la agencia de noticias EFE.
La fiscalía presentó cargos contra Assange en abril pasado por conspirar con la exsoldado Chelsea Manning, que en 2010 filtró al portal WikiLeaks más de 700.000 documentos clasificados, para intentar descifrar las claves de acceso de equipos del gobierno con los que acceder a dicha información para dificultar su posible identificación.
Assange se enfrenta a una posible pena de cinco años de prisión por esta primera acusación.
El periodista se encuentra bajo arresto desde el 11 de abril pasado, cuando las autoridades británicas procedieron a su detención cuando se encontraba en el interior de la embajada de Ecuador en el Reino Unido, donde permanecía asilado desde el 19 de junio de 2012.
Ecuador puso fin al asilo de Assange después de que el fundador de Wikileaks demandara a las autoridades ecuatorianas después de que Quito le impusiera un protocolo de convivencia en la embajada.
Desde entonces, Assange se encuentra en poder de la justicia británica, que lo ha condenado por violación de medidas cautelares en 2012, y a la espera de ser extraditado bien a Estados Unidos, que lo requiere por la difusión de cientos de miles de documentos secretos, o a Suecia, por agresión sexual a dos mujeres.