Es lo que necesitó una pareja con dos hijos para comprar comida, ropa y pagar algunos servicios y no caer por debajo de la línea de la pobreza, informó el Indec.
El precio de la Canasta Básica Total aumentó 2,6 por ciento en abril, al llegar a 29.493,65 pesos, ingreso que necesitó una pareja con dos hijos para comprar comida, ropa y pagar algunos servicios y no caer por debajo de la línea de la pobreza, informó hoy el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Con esta suba, la Canasta Básica Total acumuló un alza de 15,7% en el primer cuatrimestre del año y 61,5% en los últimos 12 meses, informó el organismo.
En tanto, la Canasta Básica Alimentaria subió 1,8% en abril, muy por debajo de la línea de la inflación minorista, que fue de 3,4%, para llegar a $ 11.844,84 para el mismo núcleo familiar.
La CBA marca la cantidad mínima de comida que requiere en este caso una familia para la subsistencia y no caer por debajo de la línea de Indigencia.
Con este aumento, la CBA acumuló una suba de 16,2% en el primer trimestre del año y 66,1% en los últimos 12 meses.
El Indec informó en marzo que el Índice de Pobreza aumentó a 32% al término de 2018, contra el 25,7% de igual período de 2017; mientras que el de Indigencia subió a 6,7% desde 4,8% de finales de 2017.
Estos niveles registrados en el segundo semestre del año pasado son superiores a los del primer semestre, cuando el nivel de pobreza fue de 27,3% y nivel de indigencia se ubicó en 4,9%.
De esta forma, con una población estimada en 44 millones de habitantes, al cierre de 2018 se encontraban en situación de pobreza alrededor de 14 millones, alrededor de dos millones de personas más que en 2017.
A finales de abril, el Centro de Estudios Distributivos (Cedlas) de la Universidad de La Plata estimó que, para poder bajar la pobreza en 10 puntos porcentuales, es necesario que en los seis próximos años se produzca un crecimiento sostenido de la economía de 3% anual.
La proyección surge de un estudio que fue presentado durante el XXXIII Seminario de Presupuesto Público organizado por la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Pública (ASAP).
El trabajo tuvo como eje el índice de pobreza presentado por el Indec en marzo al cierre del segundo semestre de 2018, y para realizar la estimación utilizaron la metodología con que se maneja actualmente la oficina estadística, precisó la ASAP en un comunicado de prensa.
El economista Leonardo Gasparini, fundador y director del Cedlas, dijo que si bien 32% del segundo semestre del año pasado “es un número alto”, está lejos de los índices de la hiperinflación de 1989, “que hubiese dado un porcentaje de 57,8% con la medición actual, o el estallido de 2001, donde se ubicaría en 66,2%”.
No obstante, Gasparini expresó su “preocupación” por la consolidación de la pobreza dentro del país.
“Hay un dato preocupante, que es la confirmación de un diagnóstico estructural de pobreza, que es similar a los que se ven desde hace 40 años, y que no se puede bajar de 20%”, dijo el economista.
Gasparini advirtió que el proceso desarrollado en Argentina se muestra a contramano del resto del Latinoamérica, donde se observó una caída de 71,8% a 55,3% desde los 80 a la actualidad.
De acuerdo con el estudio, el crecimiento económico es más efectivo para reducir la pobreza que la redistribución de la riqueza.