Se estima que en la Argentina más de uno de cada 20 niños y adolescentes presenta tensión arterial elevada y a casi el 70% nunca se le tomó la presión.
Según la definición de la propia Organización Mundial de la Salud (OMS), la hipertensión, también conocida como tensión arterial alta o elevada, es un trastorno en el que los vasos sanguíneos tienen una tensión persistentemente alta que lleva a dañarlos. Cuanto más alta sea, más alto será el esfuerzo que realizará el corazón para bombear.
Considerada por muchos años como una patología exclusiva de los adultos, hoy se sabe que la hipertensión arterial puede comenzar en la infancia y la adolescencia, como consecuencia de una predisposición genética o bien por hábitos de vida poco saludables.
En el Día Mundial de la Hipertensión, que se conmemora hoy, desde la Fundación Cardiológica Argentina (FCA) buscan concientizar a la población sobre la importancia de realizar controles de la presión arterial desde la infancia con el objetivo de permitir el diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno.
Especialistas en esta patología recomiendan realizar una dieta saludable (rica en frutas y verduras), baja en sodio (entre 3 a 6 gramos), practicar actividad física (al menos 4 veces por semana durante 40 minutos) y llevar a cabo estrategias que disminuyan el estrés (como el yoga, reiki o mindfulness) todas alternativas de gran ayuda para evitar la aparición de esta enfermedad.
La herramienta más útil para el diagnóstico y seguimiento de la hipertensión arterial es mediante el registro de la presión arterial. Si bien la técnica parece sencilla, requiere de entrenamiento y además se debe contar con el equipamiento adecuado. El resultado permitirá evaluar si la persona presenta valores normales o elevados de presión arterial.
Números que hablan
La mayoría de los estudios poblacionales en Europa y los Estados Unidos reportan una prevalencia de hipertensión que oscila entre el 1% y el 5% de la población, aunque en algunas áreas geográficas alcanza hasta el 10%.
Fiorella Tartaglione es médica cardióloga (MN 144259) y señaló que en la Argentina, un estudio reveló que el 69% de los niños escolarizados nunca había controlado su presión arterial, a pesar de que en el país casi el 35% de la población padece hipertensión arterial (según datos recientemente publicados en la 4ª Encuesta Nacional de Factores de Riesgo).
Siguiendo esta línea, un registro realizado en la ciudad rionegrina de Cipolletti arrojó que al 58% de los niños nunca se le había tomado la presión arterial. Otro estudio realizado en un hospital universitario de la Ciudad de Buenos Aires evidenció que sólo uno de cada tres pediatras toma la presión arterial.
Para el médico cardiólogo Miguel Schiavone (MN 122.283) "estos datos demuestran que la medición en niños y adolescentes no está lo suficientemente incorporada al proceso de atención médica pediátrica, y no es un fenómeno exclusivo de áreas rurales".
Según un estudio reciente, la prevalencia de hipertensión arterial en niños y adolescentes escolarizados en la Argentina fue del 7,35%, siendo más frecuente en varones que en mujeres (11,2% vs. 6,8%) y con mayor prevalencia en los adolescentes que en los niños menores de 10 años (7,4% vs. 4,3%).
Uno de cada 20
Los datos disponibles sugieren que en la Argentina más de uno de cada 20 niños y adolescentes escolarizados presenta hipertensión. A esta realidad se suma la alta prevalencia de factores de riesgo cardiovascular asociados, como sedentarismo, tabaquismo, obesidad y sobrepeso en la población pediátrica.
"Es crucial tener en cuenta que la hipertensión arterial en niños es casi siempre asintomática, es decir que no suele producir síntomas -destacaron los especialistas de la FCA-. Si la presión arterial alta no se identifica a temprana edad, puede pasar sin diagnosticarse durante años, lo que termina por ocasionar un daño orgánico y otros problemas de salud, como cardiopatías coronarias, durante la vida adulta. Los padres pueden solicitar al pediatra que les tome la presión arterial a sus hijos para favorecer un control adecuado".
Para los expertos, es vital tomar conciencia sobre la importancia que reviste el diagnóstico de la hipertensión arterial desde la niñez y adolescencia, sobre todo por el impacto que tendrá en el futuro de nuestra población.
"La hipertensión arterial es una enfermedad silenciosa que no genera síntomas visibles, y se instala de forma progresiva, producto de una dieta inadecuada, la falta de ejercicio, el estrés crónico, y, muchas veces, se relaciona con factores genéticos -sostuvo el jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Británico, Osvaldo Manuale-. Este último factor suele ser el primero comentado por la población, pero hoy se sabe que también existe la epigenética (que es todo aquello que hacemos para que algunos genes se expresen y otros no)".
En el XXVI Congreso Argentino de Hipertensión Arterial organizado por la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA) en abril presentaron el resultado de estudios sobre un universo de 68 mil adultos, que arrojó que el 31,8% de ellos presentó niveles de hipertensión y siete de cada 10 no controlan su enfermedad o su tratamiento es deficiente. Los especialistas tradujeron las cifras en que más de un tercio de los casos de muerte por enfermedad cardiovascular en nuestro país se podrían prevenir con la presión arterial en niveles normales: evitaría 92 fallecimientos por día, casi cuatro cada hora.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) da cinco medidas para minimizar las probabilidades de padecer hipertensión y sus consecuencias: dieta saludable, evitar el alcohol excesivo, hacer actividad física, dejar de fumar y/o estar expuesto al tabaco y gestionar el estrés de una forma saludable, por ejemplo, con meditación.
Fuente: Infobae