El informe fue titulado "Hacia el fin de la crisis argentina" y afirma que el país no pudo reducir la pobreza por su "entorno macroeconómico inusualmente inestable".
El Banco Mundial consideró hoy que el principal motivo por el cual la Argentina no logró reducir la pobreza y mejorar las condiciones sociales de su población se encuentra en su "entorno macroeconómico inusualmente inestable" que se reflejó en catorce períodos de recesión desde 1950.
El análisis forma parte del documento denominado "Hacia el fin de la crisis argentina" que el Banco Mundial presentó en Buenos Aires en el que se destacó que "el principal motivo de este desempeño deficiente es el entorno macroeconómico inusualmente inestable de Argentina, que se ve reflejado en grandes oscilaciones en la actividad económica".
En ese análisis, se planteó que durante el período comprendido entre 1950 y 2016, la Argentina atravesó catorce recesiones -definidas como episodios de uno o más años consecutivos de decrecimiento- con una duración promedio de 1,6 años.
Como resultado, "el país pasó aproximadamente una tercera parte del tiempo transcurrido desde 1950 en recesión", resaltó el trabajo, al señalar que esta cantidad de años con decrecimiento es "superior a la de cualquier otro país del mundo excepto la República Democrática del Congo".
Ese desempeño, agregó, es "incluso mayor a la de estados frágiles como Iraq y Siria y a la de países altamente dependientes de los hidrocarburos".
Como referencia, el Banco Mundial planteó que en Uruguay, un país vecino afectado por los ciclos de Argentina y que podría decirse que está sujeto a crisis externas similares, la cantidad de años en recesión desde 1950 es menos de una quinta parte.
"Las recesiones en Argentina no sólo se producen con frecuencia, sino que también son profundas", agregó el trabajo, el cual precisó que en un ciclo de recesión, el Producto Bruto Interno (PBi) de Argentina se contrae, en promedio, 3,5% por año, lo que da como resultado un "desempeño relativamente débil en términos de crecimiento".
El crecimiento económico promedio de largo plazo de Argentina ha sido de tan solo 2,7% y se sitúa por debajo de los niveles que presentan los países de la región del 3,7%, los nuevos países de ingreso alto, 3,9% y los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), 3,2%.
"En comparación con otros países de la región, el desempeño económico de Argentina en el largo plazo ha sido desalentador, lo que impactó en la reducción de la pobreza y en la mejora de las condiciones de vida de los sectores de ingresos bajos", sentenció el reporte del BM.