La organización cambió de idea y decidió restituir el premio al vibrador Osé, que es, según sus fabricantes, el primero que funciona sin necesidad de usar las manos.
El CES, la feria de tecnología más importante de Estados Unidos, excluyó en su edición del 2019 un juguete sexual diseñado para mujeres que había ganado un premio a la innovación.
La decisión levantó una gran polémica, ya que acusaron al CES de tener prejuicios de género.
Ahora, cuatro meses después, la organización cambió de idea y decidió restituir el premio al vibrador Osé, que es, según sus fabricantes, el primero que funciona sin necesidad de usar las manos.
Tras ganar un premio a la innovación, la empresa creadora del vibrador, Lora DiCarlo, fue invitada a exhibir su dispositivo en el CES, un prestigioso evento anual para dispositivos electrónicos.
Sin embargo, poco después les informaron de que habían anulado el premio y de que no podían exhibir su vibrador en la feria.
Según la empresa, la Asociación de Tecnología del Consumidor (CTA, por sus siglas en inglés), organizadora del CES, les explicó que "podía retirar cualquier producto inmoral u obsceno en cualquier momento".
Por su parte, la CTA aseguró que el producto no encajaba en ninguna de sus categorías y que nunca debió ser aceptado.
Pero la fundadora y directora ejecutiva de Lora DiCarlo, Lora Haddock, lo atribuyó a prejuicios de género.
Aseguró que la organización había rechazado el producto centrado en la sexualidad femenina mientras dejaba en la misma categoría artículos relacionados con las compras o el cuidado de los niños.
En cambio, "permite que la sexualidad de los hombres sea explícita, al exponer un robot sexual en forma de una mujer de proporciones irreales y porno en realidad virtual", escribió.
"Creemos firmemente que las mujeres, personas no binarias, no conformes con el género y las personas LGTBQI debemos reclamar nuestro espacio en el placer y la tecnología", añadió en su momento.
Ahora la organización, además de restituir el premio, ofreció una "sincera disculpa" a Lora DiCarlo.
"La CTA no gestionó adecuadamente este premio", afirmó Jean Foster, ejecutivo de la CTA.
Y añadió: "Esto motivó importantes conversaciones internas y con asesores externos, y esperamos aprovechar estos aprendizajes para continuar mejorando el evento".
Haddock dijo que apreciaba el "gesto", que serviría para "eliminar el estigma y la vergüenza en torno a la sexualidad femenina".