Afincadas en Quimilí y llegadas desde España por pedido de Mons. Jorge Gottau, las religiosas realizaron diversas obras en pos de la comunidad de numerosos pueblos y ciudades de Santiago del Estero.
En el año 1969 llegaban desde España a nuestro país, más precisamente a la ciudad de Quimilí la congregación Hermanas de la Cruz, un grupo de siervas de Dios, iniciando así una misión evangelizadora a lo largo de todos estos años.
Su llegada se dio por intermedio de Monseñor Jorge Gottau. Se instalaron en Quimilí fundando su casa, seguidamente en Monte Quemado y tiempo después en Alderetes en Tucumán desde 2011.
Ellas realizan obras dignas de admiración, ya que cumplen su misión asistiendo a enfermos, ancianos, familias de bajos recursos brindándoles alivio, tanto material como espiritual.
También entre sus obras se incluyen la creación del Hogar Santa Ángela de la Cruz en donde asisten a niñas y mujeres con capacidades diferentes. Otra de sus obras es una escuela de capacitación laboral para mujeres; Una casa abrigo para niños abusados y maltratados; un taller protegido para niños con capacidades diferentes en donde realizan actividades como cocina, huerta, danzas y manualidades).
Estas y muchas obras más son las que llevan a cabo las hermanas de la Cruz, dignas de destacar en este medio siglo de presencia en nuestro país.
La congregación fue fundada por Santa Ángela de la Cruz (canonizada en 2003 por San Juan Pablo II) y es única en latinoamérica ya que su sede principal se encuentra en España, privilegio del cual estamos orgullosos y agradecidos.