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Unas 150 mil personas abandonaron sus hogares en el norte de Siria por bombardeos

Los bombardeos de Siria y Rusia sobre posiciones yihadistas obligó al desplazamiento de esta cantidad de personas. La zona es dominada por una exfilial de Al Qaeda.

08/05/2019

La ONU informó hoy que la creciente violencia obligó a más de 150.000 personas a abandonar sus hogares en la última semana en la norteña región siria de Idleb, donde fuerzas sirias y rusas volvieron a bombardear posiciones yihadistas.

Los bombardeos y ataques de artillería en la región, dominada por la ex filial siria de la red islamista Al Qaeda, también dejaron fuera de servicio 12 hospitales y diez escuelas, dijo la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).

El bastión islamista se ha visto protegido desde septiembre de una gran ofensiva del Ejército sirio gracias a un acuerdo que creó una zona libre de combates y que fue firmado entre Siria, Rusia, por un lado, y Turquía, por otro, que apoya a los rebeldes.

Pero la región, en la que habitan unos 3 millones de personas, ha estado sujeta a un número creciente de ataques y bombardeos desde que el grupo yihadista Hayat Tahrir al-Sham tomó control total de su territorio, en enero.

La zona de Idleb incluye toda la provincia del mismo nombre y partes adyacentes de las provincias de Hama y Alepo, adonde se ha extendido la violencia y que también están cubiertas por la tregua acordada en septiembre.

Hoy, al menos 14 civiles murieron en el octavo día seguido de bombardeos en la provincia de Idleb y el norte de Hama, informó la ONG pro opositora Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Un portavoz de Naciones Unidas dijo que el secretario general, Antonio Guterres, sigue con gran alarma la situación, en particular los "ataques aéreos contra centros poblados e infraestructuras civiles resultantes en cientos de civiles muertos y heridos".

Más temprano, la OCHA afirmó en cuenta de Twitter que "más de 150.000 personas se han visto desplazadas debido a las intensas hostilidades" en Idleb y zonas de Alepo desde fines del mes pasado.

El incremento de los ataques desató temores a que una gran ofensiva terrestre siria es inminente, lo que hizo que miles de personas hayan tomado sus pertenencias y hayan dejado sus casas en busca de un lugar más seguro.

El gobierno del presidente Bashar Al Assad controla alrededor del 60% del país ocho años después del inicio de la guerra, e Idleb es una de las zonas fuera del dominio oficial.

Una fuerte batalla entre yihadistas y soldados sirios arreció anoche en torno a una colina en la norte de Hama, luego de un avance del Ejército y milicias aliadas.

Un total de 24 combatientes progubernamentales y 29 yihadistas murieron en los enfrentamientos, dijo el Observatorio.

La agencia de noticias estatal siria SANA dijo que el Ejército atacó a grupos armados en el norte de Hama y mató a varios combatientes, pero no dio cifras.

Guterres pidió una "urgente distensión de la situación" y que todas las partes cumplan el acuerdo de septiembre.

El presidente francés, Emmanuel Macron, exigió por Twitter "un alto a la violencia y apoyo a la ONU para que respalde una necesaria solución política".

La semana pasada, la ONU dijo que más de 300 civiles murieron como consecuencia de las hostilidades en el noroeste sirio durante los últimos tres meses, 60 de ellos en abril.

Asimismo, estimó que los combates dejaron unos 323.000 desplazados desde septiembre.