Tiene 24 años, es adicto igual que su pareja y le confió a su padre haberla matado.
No fue un domingo como tantos otros para Alejandro, un hombre de casi 50 años que volvió a vivir una historia particular con su hijo de 24. El joven también se llama como su padre. Sin consuelo, con el corazón partido y amargado por tratarse de su hijo, después de haber escuchado al muchacho salió de su casa como pudo y casi en estado de shock para respirar algo de aire fresco. En ese momento el primer femicidio de 2019 se había perpetrado en Salta, sin embargo la historia tendría un giro insospechado para el demacrado padre.
Lo que Alejandro (h) le había comentado de manera parsimoniosa y casi sin titubear era que minutos antes había tomado la trágica decisión de quitarle la vida a su novia, una joven menor de edad. Sin conocer los motivos del aberrante hecho relatado por su hijo el hombre no dudó y, tras algunos minutos, tomó el teléfono -se desconoce si se trató de un teléfono fijo o utilizó un celular- y llamó a la comisaría segunda de esta ciudad donde reportó el femicidio cometido por su hijo.
Según lo denunciado por el padre, el domingo en horas de la madrugada el muchacho de 24 años ahorcó a su pareja y luego trasladó el cadáver hasta arrojarlo al río Arenales, a la altura del puente que atraviesa la calle Córdoba. Ante semejante denuncia los efectivos se dirigieron a la casa del presunto femicida, al llegar el muchacho sin reacción fue entregado por su padre y quedó detenido.
El sospechoso de matar a una menor, junto a su padre y efectivos de la Policía provincial, se dirigieron hasta el lugar donde el joven había lanzado el cuerpo. Según la denuncia, el asesino señaló el punto central donde mató a su novia e indicó que debían buscar el cuerpo entre los arbustos en medio del río.
Inmersos en la escena de un presunto y atroz crimen los uniformados no advirtieron ningún tipo de huella, antes de salir del lugar el padre le confió a uno de ellos que ambos jóvenes, su hijo y la novia, eran adictos a las drogas.
Mientras eso ocurría en uno de los sectores del río Arenales, móviles policiales se dirigían a la casa de la menor, supuesta víctima de un femicidio, circunstancias en que había entrado en acción el personal de la División de Investigaciones, Criminalística, además de alertar a los Bomberos y la policía con canes para rastrillar la zona.
Cuando las diferentes áreas de las fuerzas de seguridad se disponían a seguir el protocolo que se utiliza en este tipo de causas, uno de los móviles que se encontraba en la zona de la supuesta víctima logró entrevistarse con la pareja de la madre, quien señaló que la menor había salido con un bebé en brazos a buscar a su novio, Alejandro (h), y tras no encontrarlo se retiró. El declarante aportó que la pareja se encontraba en situación de calle y eran adictos a las sustancias prohibidas.
Los uniformados encontraron a la joven en inmediaciones del Shopping, sobre la avenida Entre Ríos y Avenida del Bicentenario. Fue trasladada a la comisaría 2, donde se le tomaron sus datos. Hasta el momento se desconocen los motivos por los que Alejandro (h) habría hilvanado una historia semejante. Según trascendió, el joven habría alucinado el hecho y se lo contó al padre, quien shockeado no dudó en llamar a la Policía.