Fue utilizada amplia y exitosamente hasta el momento para ayudar a niños y adultos a aliviar el dolor agudo.
Estaba haciendo mis valijas al final de unas vacaciones familiares en Florida cuando sentí un espasmo paralizante en la espalda, que no se aliviaba ni con un puñado de analgésicos. Mientras mis hijos mellizos, que entonces tenían 8 años, me llevaban por el aeropuerto, uno de ellos sugirió: “Mami, si piensas en otra cosa, no te va a doler tanto”.
En ese momento, no pude apreciar la sabiduría de su consejo. Ahora, cuatro décadas más tarde, una técnica de distracción sofisticada se utiliza para ayudar a los pacientes de todas las edades, a hacer frente al dolor, tanto agudo como crónico. El método, denominado Terapia de Realidad Virtual, va más allá de una simple distracción, como podría ser mirar televisión. En realidad, el paciente está inmerso en un ambiente interactivo de entretenimiento y relax, que ocupa el cerebro, y no deja lugar para procesar las sensaciones dolorosas al mismo tiempo.
“No se trata simplemente de una distracción, es como un narcótico endógeno que provee una explosión fisiológica y química que te hace sentir bien”, explica Jeffrey I. Gold, director de manejo de clínica del dolor pediátrico en el Hospital de Niños de Los Ángeles. “Es distinto de leer un libro o jugar con un juguete. Es una experiencia multisensorial que involucra la atención de la persona a un nivel mucho más profundo”.
La Terapia de Realidad Virtual es lo último en manejo del dolor, cuyo uso ahora crece gradualmente cada vez más mientras la epidemia opioide continúa en aumento y el precio del equipamiento necesario ha disminuido. RV (Realidad Virtual), como se la denomina, fue utilizada amplia y exitosamente hasta el momento, para ayudar a niños y adultos a aliviar el dolor agudo, ya que puede acompañar a la colocación de vías endovenosas o el desbridamiento de quemaduras. Aunque también puede mejorar la efectividad de las técnicas establecidas como la kinesiología, hipnosis y terapia cognitiva conductual para tratar el dolor crónico debilitante.
Hollie Davis, de 41 años, residente de High Point en Carolina del Norte, debe su movilidad completa actual y su disposición alegre a un terapeuta en BreakThrough Physical Therapy en Greensboro, Carolina del Norte, parte de una red de clínicas de kinesiología ambulatoria, de Confluent Health. El terapeuta sugirió que la paciente intentara con la RV, como parte de su tratamiento para un dolor persistente e incapacitante debido a un accidente de moto. Meses después de sufrir una contusión y hematomas sumamente dolorosos, cuando un auto atropelló la motocicleta que conducía, “la predicción de que me mejoraría con el tiempo, no se cumplía”, me contó.
“La RV me pareció fascinante. Pasé 10 o 20 minutos en una habitación a oscuras mientras una pantalla en 3D montada sobre mi cabeza me transportaba a un lugar muy relajante, me enseñaba sobre la naturaleza del dolor, cómo se desplaza el oxígeno a través del cuerpo, luego, cómo respirar, concentrarme en mi respiración, relajar mi cuerpo y no pensar en nada más”.
El dispositivo involucra a varios sentidos, esencialmente que el cerebro tenga tantos aportes, que no pueda registrar las señales de dolor. Cuando los mensajes de dolor intentan ingresar, “el cerebro da una señal de ocupado”, dijo Hunter Hoffman, director del centro de investigación en RV en la Universidad de Washington, en Seattle.
Como herramienta para superar el dolor y el temor a una inyección o la colocación de vías endovenosas, por ejemplo, los niños pueden tratar de ganar puntos lanzando pelotas Nerf a osos de peluche en un programa de RV, dijo Gold. “Los chicos pueden decir ‘¿Cuándo me hacen eso?’ y nosotros ya lo hicimos hace cinco minutos”.
Uno de los primeros programas de RV, denominado SnowWorld, fue diseñado por Hoffman para tratar pacientes quemados, que con frecuencia dicen “que la limpieza de las heridas es como quemarse otra vez”, afirmó. El entorno virtual nevado es un enorme contraste con la causa de sus quemaduras.
Por supuesto, si el tratamiento del dolor persistente solo involucrara la realidad virtual, una vez que se quitara el dispositivo de la cabeza del paciente junto con su programa computarizado, el dolor puede y podría volver. Larry Benz, kinesiólogo y director ejecutivo de Confluent Health, explicó, “La RV no es una cura, es una auxiliar de otros métodos que sabemos que funcionan”, aunque eso a menudo, implica muchos meses de tratamiento costoso y, aun así, podría ser que no se alcanzase el resultado deseado.
“Si te enseño en una realidad virtual, es más probable que lo captes, te comprometas con lo que aprendiste”, dijo Benz. “Cuando estás totalmente inmerso en un entorno virtual, es como hacerle un ‘truco al cerebro’, no te involucras con nada más”.
Es muy común que los pacientes con dolor crónico tengan miedo de moverse, lo cual puede empeorar su problema. Varios programas de RV hacen que los pacientes hagas ejercicio suave con las partes del cuerpo lesionadas y aumentan su rango de movimiento, y a la vez bloquean la capacidad del cerebro de registrar el dolor.
“Al utilizar la RV como un complemento, podemos enseñar habilidades para enfrentar el dolor, técnicas que los pacientes pueden usar por su cuenta y que los ayudarán a disminuir el dolor crónico”, dijo Hoffman. “El aprendizaje cambia al cerebro y les da a los pacientes algo que sigue funcionando cuando se quitan el casco. Cuando los pacientes se dan cuenta de que su dolor es inevitable, son más receptivos a hacer ejercicios de kinesiología y es más probable que se muevan por su cuenta”.
David R. Patterson, investigador de la Universidad de Washington, pionero en el uso combinado de hipnosis y RV, dijo que las técnicas pueden fomentar la toma de conciencia, “mejorando la capacidad de los pacientes de estar presentes en el momento, en lugar de prestar atención a su dolor. La toma de conciencia puede entrenar el cerebro para no reaccionar a pensamientos o emociones asociadas con el sufrimiento. El dolor puede ser inevitable, pero el sufrimiento no lo es”.
Gold explicó que “la toma de conciencia le enseña a la mente cómo aquietar el cuerpo y el sistema nervioso a través de la respiración y la concentración en la propia respiración. Puede ser que los pensamientos entren en su mente pero luego, se van. No te obsesionas con ellos, ni los transformas en catastróficos”.
Sin embargo, Patterson y otros dijeron que la RV todavía no está lista para ser central en el tratamiento del dolor crónico, ni debe ser considerada como reemplazo de la medicación.
“Los estudios pilotos en curso usan distintos tipos de contenido de RV para ayudar a los pacientes a adquirir habilidades y manejar su dolor y no recurrir tan rápido a la medicación”, dijo Gold. Como los dispositivos de RV que se colocan en la cabeza cuestan entre 300 y 400 dólares, los pacientes pueden usarlos en sus casas varias veces al día. Una cantidad de empresas desarrollan varios programas de software que crean entornos terapéuticos virtuales, y su fin último es usar la mente para cambiar el cerebro, “algo parecido a aprender a tocar el piano o andar en bicicleta”, afirmó.
La RV no es una panacea, ni una solución milagrosa, sino una herramienta para enseñar muchas cosas diferentes”, dijo Gold. “A diferencia de los opioides, no se crea dependencia de la RV. Más bien, se aprenden habilidades que pueden generalizarse para la vida sin RV. Es una herramienta para quebrar el círculo del dolor y el estrés que hacen que se dispare el sistema nervioso. Puedes aprender a pensarte como alguien que está bien, en lugar de pensarte como alguien que está enfermo”.